Alex Palou: cinco carreras para volver a ser campeón de IndyCar

Estoy muy contento por cómo ha ido todo hasta ahora. Le Mans fue toda una experiencia y un día de estos os hablaré de cómo fue. Y en la IndyCar lo estamos haciendo muy bien. Vamos líderes del campeonato con 49 puntos de ventaja, y eso tiene mucho mérito considerando que es un año mucho más igualado que 2023. No hemos ganado desde Laguna Seca, pero en estas últimas cuatro carreras hemos maximizado lo que tenemos y le hemos sacado puntos a nuestros rivales, que es de lo que se trata. Al final, para ganar títulos tienes que ser consistente. No siempre puedes ganar, pero hay que sumar puntos y no bajar los brazos cuando las cosas van mal.

Me gusta el verano, pero tengo ganas de volver a ponerme en marcha. Ha sido un parón muy largo. Lo he pasado en casa, aquí en Indiana. Con una niña pequeña las prioridades cambian, pero al final lo último que quieres después de dos meses viajando de Europa a Estados Unidos es volver a meterte en un avión. En casa se está muy bien. El tiempo ha sido espectacular y hemos hecho lo que no podemos hacer durante la temporada, que es tomarnos la vida con calma. Hemos disfrutado de la piscina con Lucía y hemos dado muchos paseos. Cosas que normalmente no puedo hacer, porque yo suelo correr el domingo, el lunes estoy volviendo del circuito y el miércoles o el jueves ya me vuelvo a ir a la siguiente carrera.

También hemos hecho muchas horas de sofá para ver los Juegos Olímpicos. Con la diferencia horaria, las pruebas principales nos caen a la hora de la comida y la siesta, por lo que hay tiempo para verlo todo. Hace tiempo que se habla de que el automovilismo podría formar parte de los Juegos en un futuro. Una parte de mí piensa que sería divertido. Nos podrían poner a todos en el mismo coche, pilotos de todo el mundo y de diferentes especialidades. Nos podrían dar un Mazda MX-5 o un kart y dejarnos pelear por una medalla de oro. Sería divertido, pero no las tengo todas. Creo que acabaríamos haciendo una Race of Champions y los Juegos no van de eso. Al final, la gracia de los Juegos Olímpicos es que coronan al mejor atleta de cada especialidad. Coronan al atleta más rápido en los 100 metros, al mejor tenista del torneo, a la mejor gimnasta, etc. Pero, si hiciéramos una Race of Champions 2.0, el ganador no sería el mejor piloto del mundo, sino el piloto que se adaptara mejor a esas circunstancias. Por no hablar de que en las carreras dependemos tanto de la tecnología que no se podría garantizar igualdad entre todos los pilotos. Ya no sólo por el motor y los reglajes del coche, sino por la calidad de los ingenieros y los mecánicos. Así que una parte de mí piensa que sería divertido y que nos lo pasaríamos bien, pero tengo muchas dudas. Pero bueno, quién sabe. Soy joven y quizá aún tengo la oportunidad de vivir esto en persona.

Aparcando la fantasía y volviendo al mundo real, ahora viene la hora de la verdad. Quedan cinco carreras para terminar la temporada de IndyCar y cuatro son este mismo mes de agosto. Ahora hay una semana de descanso y luego Gateway, Portland y dos carreras en Milwaukee. Y todavía quedará Nashville, a mediados de septiembre. Tres ovales, un circuito permanente y uno urbano. Los objetivos son ganar mi primera carrera en oval y defender el título, obviamente.

Estamos haciéndolo bien. No siempre se puede ganar, pero la clave es hacerlo bien. En Mid-Ohio, por ejemplo, el objetivo era la victoria, pero al menos conseguimos un segundo puesto. La primera de Iowa no nos fue bien, pero en la segunda nos recuperamos y volvimos a terminar segundos. Y en Toronto, donde teníamos muchos números de dejarnos puntos porque salíamos decimoctavos por una sanción, acabamos remontando hasta el cuarto puesto, por delante de los rivales más importantes. Sabemos que tenemos que ganar carreras y hace mucho tiempo que tengo los ovales entre ceja y ceja, por lo que Gateway y Milwaukee son una buena oportunidad. Y luego está Portland, que es un circuito permanente donde ya he ganado dos veces en 2021 y 2023. Hay que ir a por todas.

A todo esto, los coches de la IndyCar son híbridos desde Mid-Ohio. Básicamente, lo que han hecho es que ahora el coche tiene una pequeña batería que alimenta un motor eléctrico que nos da picos de potencia cuando lo deseamos. Algo bueno, sin embargo, es que el ruido del motor sigue siendo exactamente el mismo porque tenemos los mismos motores de gasolina que antes. El sistema híbrido es un simple añadido.

Hay diferentes modos de recuperación de energía, de más a menos intenso. Y hay dos formas de hacerlo: uno automático, con el que el coche recupera mientras estás frenando o pasando por una curva, o uno manual. Si quieres hacerlo manual, tienes que darle a un botón cada vez que quieras regenerar. Y puedes hacerlo donde quieras: en recta, en frenada, a media curva… Te da la posibilidad de cambiar un poco el balance del coche. Y, al margen de cómo hagas la recuperación, la entrega de la energía siempre es manual. A diferencia de la Fórmula 1, donde la entrega de potencia se puede programar con mapas de motor, aquí la entrega es completamente manual. Podemos usar una determinada cantidad de energía por vuelta y cada vez que pasas por meta el contador se pone a cero, así que es un no parar. Te obliga a trabajar bastante y es algo más de lo que estar pendiente.

Siendo honesto, creo que el híbrido no ha cambiado mucho las cosas. Nadie ha dado un paso adelante importante y nadie se ha quedado perdido por el camino. Nosotros terminamos segundos en Mid-Ohio, pero veníamos de ganar en Laguna Seca sin el híbrido. Penske ganó las dos de Iowa, pero ya lo habían hecho otras veces. Y a los Andretti también les ha ido muy bien, pero este año están siendo muy constantes. Todo el mundo está más o menos donde estaba. Las carreras no son peores que antes, que ya es un gran qué, pero también hay que decir que tampoco son mejores.

Como piloto, tenemos mucho más trabajo detrás del volante, pero la IndyCar como producto no ha mejorado. Sigue siendo el mismo. Siempre hay margen de mejora y ceo que este invierno será importante, porque los organizadores de la IndyCar podrán ver cómo ha ido este primer experimento y hacer algún cambio para 2025. Creo que, modificando un poco la cantidad de energía disponible por vuelta, se puede cumplir el objetivo de que haya más oportunidades de adelantamiento.

Cinco carreras y todo habrá acabado. Yo me noto a tope. Ser líder con una ventaja de 49 puntos es una situación ideal, pero ahora viene la parte más difícil. Tenemos todos los óvalos cortos y dos circuitos nuevos como son Milwaukee y Nashville. No será fácil, pero tenemos todo lo que hace falta para pelear hasta el final y defender el campeonato. El coche ha sido competitivo en todos lados, incluso en Iowa, donde hasta este año habíamos ido lentos. En 2023 tuvimos una racha increíble que nos dio muchos puntos, pero en 2024 nos lo estamos teniendo que currar más. Estamos rascando puntos de debajo de las piedras. Un cuarto en un circuito, un tercero en otro… Que es lo normal, en un campeonato como la IndyCar. Cuando no estás para ganar, hay que maximizar. De momento lo hemos hecho bien, pero ahora hay que rematar el trabajo.