La semana que vivimos 'peligrosamente': cúmulo de responsabilidades
Son las que Gerhard Berger ve excesivas en este momento y que han recaído en Mattia Binotto, quizás pensando en otras épocas más brillantes del equipo italiano, donde alrededor del responsable de la escudería se contaba con personas clave en otras áreas. Así y como ejemplo, Berger hablaba de los tiempos de Michael Schumacher de esta manera: "Había elementos como Rory Byrne, el genio de la época, Ross Brawn, Jean Todt, quien se ocupaba del lado político, de las normas. No sé quién va a adoptar ciertos papeles en Ferrari, porque si todo recae sobre Binotto, va a ser una gran carga". Finalmente Gerhard, aún admitiendo que últimamente esto ya no era así, comparado con otros equipos de la parte alta de la tabla, véase Mercedes o Red Bull, concluía: "Creo que Binotto es un gran técnico, por tanto, es importante que no pase demasiado tiempo centrado en temas políticos, pues se le debería usar para lo fundamental, obtener victorias".
Por su parte, la Scuderia hacía público que para la cuarta cita del Mundial presentaría una serie de mejoras con el fin aumentar las prestaciones del SF90 mucho más si cabe, dadas las especiales características del circuito de Bakú. Precisamente era Mattia Binotto quien hablaba de un primer paquete de evoluciones, con el que tratarían de buscar un compromiso entre velocidad punta y paso por curva en las zonas más lentas del circuito. "Tras tres carreras que definitivamente no fueron como queríamos, este Gran Premio es otra cita clave e importante para nosotros, así que la hemos preparado muy bien, analizando todos los datos que hemos recopilado hasta ahora, fijándonos en qué áreas podemos mejorar y trabajar para adaptar la configuración del coche y la unidad de potencia a las características del circuito", confesaba el italiano antes de comenzar el fin de semana.
Mientras tanto, en el equipo Williams, su piloto debutante George Russell, trataba de poner buena cara ante las prestaciones demostradas por ambos monoplazas desde la primera cita celebrada en Australia, asegurando que sólo piensa en seguir creciendo en paralelo a lo que puedan aportar los técnicos de los distintos departamentos, tanto los diseñadores como los aerodinamistas por poner dos ejemplos. A su vez, Robert Kubica, enfocaba la situación de un modo mucho menos optimista, cuando afirmaba con rotundidad al concluir lo siguiente: "Creo que todos somos víctimas, que el conjunto del equipo está en la misma situación. Nadie en Williams está contento con la situación actual, ninguno. Al final, todos deseamos y esperamos que las cosas mejoren, pero por otro lado, todos somos conscientes de que tenemos que trabajar muy duro". Para colmo los rumores de venta de la escudería no dejan de surgir.
Así que ante esos comentarios, Claire Williams, como responsable jefe al frente del equipo, quiso zanjar ante los medios de comunicación esta cuestión explicando lo siguiente: "Vi estos artículos, pero no les presté mucha atención. No me reuní con el señor Mazepin para discutir ningún tema", aunque precisó que tuvo breves contactos con él a mediados del año pasado, pero ningún otro desde entonces. Por tanto y seguidamente Claire quiso reafirmar su postura de forma tajante al decir que "debe quedar claro que Williams no está a la venta, pues no ve razones para que así sea". Además y como argumento de cierre, la británica exponía que no tiene sentido alguno, pues ahora no atraviesan precisamente su mejor época. "Williams ha estado involucrado en este deporte durante cuatro décadas, es nuestro trabajo, nuestra pasión, nuestro sustento. Nunca tuvimos la intención de vender", expresaba para concluir.
Cuarta carrera del Mundial y cuarto doblete consecutivo del equipo Mercedes, repartiéndose ambos pilotos los triunfos. En este caso fue la segunda vez que Valtteri Bottas se subió a lo más alto del podio, mientras su compañero lo observaba un escalón más abajo. Así que Lewis Hamilton dejaba claras una serie de sensaciones tras el Gran Premio de Azerbaiyán: "Es un gran resultado para el equipo, dado que Valtteri ha pilotado muy bien. Por mi parte, el fin de semana ha sido más normal en términos de rendimiento", al resaltar que había trabajado muy duro para estar en una posición mejor. A continuación, el británico, a modo de advertencia, confesaba que para las próximas carreras puede que cambie su forma de pilotar en cuanto se apaguen los semáforos, cuando afirmaba como cierre: "Los Ferrari están ahí y los Red Bull también son bastante rápidos. El tiempo dirá si habrá roces entre Valtteri y yo. Hoy he sido muy generoso en la salida y no volverá a suceder".
Aunque Max Verstappen parece abonado a la cuarta plaza, la firmada en las tres últimas citas, el piloto de Red Bull sigue confiando en las posibilidades de su monoplaza, respecto a su propulsor, al declarar: "Estoy muy contento porque en Honda siguen empeñados en traer actualizaciones y eso siempre es bueno". Así que ante esto, el holandés cree que al final de la temporada podrán eliminar la diferencia con Mercedes y con Ferrari en términos de potencia, aunque deban necesitar de "algunos motores más". Como fin a su exposición, y sin datos reales que avalen sus sensaciones, Verstappen afirmaba: "Creo que estamos más cerca de Mercedes, pero siempre es difícil decir si somos mejores. Además lo que debemos es aprovechar los resultados, sin abandonos por mi parte, por lo que a veces eso es más importante que ganar una décima y que se rompa el coche". Desde luego, el de Pierre Gasly no parece que sea el mismo.
