ARTÍCULOS SOYMOTOR.COM

Yo más: el rechazo a los nuevos fans que llegan a la F1 por Netflix

02/05/2019 10:56

La Fórmula 1 ha visto crecer su audiencia gracias al documental de Netflix 'Formula 1: Drive to survive', pero los nuevos aficionados no han sido bien recibidos. Es más, han encontrado todo tipo de trabas para integrarse dentro de la comunidad de seguidores del deporte.

Los propietarios del Gran Circo quieren público nuevo, pero los aficionados 'de siempre' se muestran reacios a admitir a fans inexpertos –como lo fueron ellos un día, por paradójico que suene–, incluso aunque estos nuevos seguidores ayuden, con la compra de entradas, a garantizar la continuidad de muchos Grandes Premios que están en peligro.

Las formas de consumo están cambiando. Pocas familias se juntan ya para ver las carreras los domingos y cada vez más aficionados acuden a los foros para comentar los Grandes Premios. Uno de ellos, el estadounidense Reddit, se ha llenado, desde finales de marzo –cuando se estrenó el documental–, de decenas de debates de individuos que quieren iniciarse en el deporte y que buscan personas con la que compartir su nueva afición. Sin embargo, muchos de ellos se han topado con un muro: los llamados puristas radicales o guardianes del deporte. De ellos se podría decir que presumen de saben hasta el último dato de la historia de la Fórmula 1, aunque no estuvieran vivos ese año. Su religión es la del 'yo más': yo he leído más, yo he visto más, yo sé más, yo soy más fan. Para ellos cualquier recién llegado está a años luz de ellos. Les cuesta aceptar a los aficionados nuevos y piensan que tampoco los necesitan.

En concreto, una de las discusiones de Reddit sobre este tema llamó nuestra atención. En ella una fan se quejaba de la increíble cantidad de veces que ha debido justificar su pasión por la Fórmula 1. Que no empezó a ver carreras porque encontrara a un piloto atractivo o convencida por su novio o alguna figura masculina. Ahora, con el estreno del documental de Netflix, se ha visto obligada de nuevo a defender su hobby. Este debate ha superado las 1.000 respuestas y ha desencadenado en una verdadera batalla campal, con interesantes conclusiones, entre fans acérrimos y recién llegados.

"¿Cómo puedes disfrutar de la temporada 2019 si no sabes que Carlo Facetti no se clasificó para correr el Gran Premio de Italia de 1974 con su Brabham BT42?", bromea uno de los miembros del segundo bando, mientras expone una de las preguntas a la que se ha enfrentado estos días.

Obtener el carnet de aficionado de Fórmula 1 se ha convertido en un pesado trámite comparable al de conseguir el visado para Estados Unidos. Se han olvidado de que se trata de puro entretenimiento y no de un examen para descubrir quién es más fan. Ellos no necesitan saber cómo se llamaba ese piloto de los 70, quizás tú sí, pero ellos no. Mientras tú desayunas, comes y cenas Fórmula 1, para ellos la categoría reina se limita a dos horas cada dos domingos y no por eso les gusta menos que a ti.

"Los números son sólo para los comentaristas de televisión. La historia de la Fórmula 1 me parece interesantísima. Me gustan los coches, estudio ingeniería, pero no me importa quién chocó en Spa 1998 o si estaba lloviendo", defiende un aficionado.

Prohíben el ver sin saber. Atrás dejan su primer contacto con la Fórmula 1 y olvidan que entonces eran ellos los que no manejaban datos y que disfrutaban igualmente.

Critican que Netflix ha creado un producto artificial, que no es su Fórmula 1 y Carlos Sainz y Kevin Magnussen, en parte, están de acuerdo. "En el documental exageran un poco mi rivalidad con Nico Hülkenberg, probablemente para vender más", opina el danés.

"Aunque siempre ha habido cierta rivalidad entre Fernando Alonso y yo, nunca ha habido mala baba, como puede haber parecido en Netflix", asegura Sainz sobre su duelo con el asturiano, retratado en el segundo capítulo del documental.

Este cierre en banda por parte de los aficionados de largo recorrido no es nuevo, por supuesto, ni exclusivo de la Fórmula 1, pues lo encontramos también en otros deportes y es recurrente con cada lanzamiento de un nuevo libro, documental o película.

 

Sea el producto de Netflix más o menos fiel a la realidad, lo cierto es que ha cumplido con su objetivo de aumentar la audiencia del deporte, con nuevos aficionados que incluso han comprado entradas para asistir a su primer Gran Premio. Ahora el próximo reto es conseguir que se queden, tarea titánica pues llegan seducidos por una emoción edulcorada de Netflix que, de momento, no van a encontrar en las carreras.

Lo que está claro es que la Fórmula 1 ha vuelto a ser tema de conversación y eso no hay que menospreciarlo. El documental ha conseguido reunir a fans que lo son desde hace 40 años con los que la siguen desde el mes pasado y los que visitan hoy estas páginas por primera vez, aunque sea para discutir. ¿Habrá sitio para todos?