ARTÍCULOS SOYMOTOR.COM

La maldición de las últimas dos o tres vueltas

12/06/2017 10:59

Fernando Alonso llegó a Canadá con un amuleto de la suerte nuevo. Al menos, eso dicen las crónicas que nos llegan de Montreal.
No fue suficiente. 

 

La maldición de los últimos giros –cuando llega a ellos– parece perseguirle este año. La protección de Tomita –su amuleto más conocido– o el sortilegio de repartir gafas que usa ahora, no son suficientes frente a los designios de los dioses del Fujiyama, que ponen a prueba la paciencia del último samurái.

"Al último que se las dí las gafas fue a Mario Andretti y ganó las 500 Millas", decía Alonso mientras repartía sus gafas en Canadá. Sólo que no las ganó él, sino otro piloto de Andretti, Takuma Sato.

En Ferrari nos quejábamos de que el asturiano estaba condenado a las quintas plazas de clasificación y ahora, cuando logra las milagrosas séptimas y cantamos alabanzas, la realidad de la carrera acaba imponiéndose. Y ésta es una clara: en carrera ni puede adelantar ni puede evitar, las más de las veces, ser superado.

Y entre tanto, el motor Honda de Yusuke Hasekawa sigue a lo suyo. Mostrando el caramelo de uno o dos míseros puntos para negarlo al final.

Repasemos los resultados de este año. Abandono en Australia a falta de cinco vueltas, siendo décimo, por problemas de suspensión oficialmente. En China fue séptimo en los inicios de carrera y abandonó en el ecuador de la misma. En Baréin era 12º tras Pascal Wehrlein, cuando el motor dijo basta a tres vueltas del final. En Rusia no pudo ni arrancar. En Barcelona, pese a su séptimo de clasificación, estuvo desde los inicios fuera de los puntos y abandonó a dos vueltas del final. El impasse de Mónaco no acabó en cierta forma con la racha, porque el motor le traicionó en Indianápolis, ya en el último cuarto de carrera, cuando estaba con opciones de luchar por la victoria; ni fuera de la F1 le dejó un cierto 'mal fario', si bien, al menos estuvo en todo momento en posición de ganar y llegó a ser líder, un sabor y emoción que había casi olvidado. Y lo de ayer, más de lo mismo... sólo que esta vez cuando parecía tener un punto, el primero del año, asegurado.

Creo que este último abandono duele más que los otros... pero 'Fernando-San' volverá a levantarse y luchar. No dará su brazo a torcer... aunque todo tiene su límite: quizás Alonso debe comenzar a reunirse consigo mismo ya, explorar las opciones y alternativas cara a 2018, tanto en F1 como fuera de ella y tomar una decisión. Tras el verano, quizás sea demasiado tarde.