GP de Singapur - Carrera

Victoria de Vettel pese al Safety Car y mordisco de Rosberg a Hamilton

Víctor Serrano
20/09/2015 16:08

Y explotaron en mil colores para deleitarnos una última vez con un juego de luces que ponía el broche a un fin de semana brillante. Los fuegos de artificio recibieron con honores al ganador de una carrera de desgaste para todo y todos, y que vio a un hombre imperturbable cruzar la meta venciendo a cada obstáculo, aislándose de lo que sucedió a su alrededor, manteniendo indemne la burbuja en la que se refugió para volver a ganar. Como antes, a lo tetracampeón.

 

Dedo índice arriba, felicitaciones en italiano y bandera alemana en lo alto del podio. Vettel lo volvió a hacer. Por tercera vez este año se dio un baño de champán de los que le gustan. Fue el primero en arrebatar una Pole a Mercedes este 2015 y no desaprovechó su oportunidad. Férreo de principio a fin, enseñando en cada vuelta su alerón trasero a Ricciardo, que se acercó por momentos pero no lo suficiente.

Y eso que Sebastian metió la directa nada más apagarse el semáforo, marchándose a cuatro segundos en apenas dos vueltas, un tiro. Pero la de Singapur es una prueba de resistencia en la que es esencial sobrevivir a un protagonista siempre presente: el coche de seguridad. Apareció por partida doble, la primera tras un toque entre Massa y Hülkenberg que costará tres puestos a Nico en la parrilla de Japón, y la segunda por la temeridad de un espontaneo. 

Cada vez que el Safety Car aparecía en la pista pasaban dos cosas: una desbandada en boxes para cambiar los neumáticos, lo que marcó la mayoría de las estrategias; y que Vettel veía su ventaja reducida a la mínima expresión. Tras el primer incidente, el trío de cabeza que cerraba Räikkönen rodaba muy junto, en apenas dos segundos, pero después del segundo, el alemán pisaba a fondo en busca del apretón definitivo hacia la victoria. Fiesta en Maranello.

41 tantos de diferencia en la lucha por el título, aún son demasiados, pero lo que es una cita nefasta para Lewis, es una alegría para Nico. Ahora, el líder no puede relajarse. Quien no se relajó, aunque de igual forma salió perjudicado, fue Kvyat. Salía cuarto con aspiraciones de podio, pero acabó sexto por culpa de sus paradas: con la primera le pasaron los Mercedes al parar una vuelta antes del primer SC, y en la segunda perdió tiempo y el puesto con Bottas.

Pérez llegó séptimo detrás del ruso y con los Toro Rosso pegados a su espalda. Los rookies de Faenza vivieron una auténtica montaña rusa de carrera. Primero, Verstappen se quedaba clavado en la salida, y más tarde, el STR10 de Sainz entraba en neutral por capricho. Así, ambos se vieron rezagados al final de la parrilla, pero el Safety Car les dio la ocasión de reengancharse y llegaron a la parte final con un ritmo endemoniado que les permitió llevarse buenos puntos.

Los consiguieron a base de puro espectáculo, y los Lotus fueron sus víctimas favoritas. Vieron en primera fila un toque entre Button y Maldonado, de hecho Sainz golpeó los restos del alerón delantero de Jenson. Y después de quitarse a Pastor fueron a por Grosjean, que terminó siendo adelantado por Nasr y retirándose a falta de una vuelta. Al final, hubo lío entre Max y Carlos. Pidieron al primero que cediera su puesto al segundo, pero el holandés no hizo caso.

En el apartado de retirados finalizaron ambos McLaren, y por el mismo problema: una caja de cambios sobrecalentada. Así, tanto Alonso como Button se quedaron sin luchar por puntos en una de sus citas más favorables. Otro fracaso de los de Woking. Massa tampoco acabó y quien sí lo hizo fue Rossi, y 14 segundos por delante de Stevens. Buen debut. Las luces de la F1 se apagaron en Singapur dejando un alemán llevando alegría a Italia y un británico herido.