COMBUSTIBLE

Shell, volcada en exclusiva en la gasolina E10 de la F1 de 2022

26/04/2021 10:15

Shell está ya volcada en el 'diseño' de la gasolina que utilizará Ferrari en la próxima temporada. Entre los cambios previstos por el reglamento está la adopción de un combustible tipo E10, es decir, mezcla de gasolina con un 10% de etanol.

El cambio puede parecer mínimo, pero es profundo. De una parte, necesita una adaptación de los motores. De otra, requiere una nueva formulación de la gasolina, dentro del estrecho margen que dejan las reglas. Y es una reformulación importante, clave.

En los últimos años hemos visto cómo los motoristas apelan a la llegada de una nueva gasolina para ganar los últimos caballos de potencia en sus motores. Estamos hablando quizás de cinco u ocho caballos de potencia, diez a lo sumo, pero clave.

Benoit Poulet, director de desarrollo de carburantes de Shell, ha explicado que están completamente centrados en el combustible nuevo, aunque ya comenzaron a trabajar en él el año pasado.

"Desde el año pasado las reglas de la Fórmula 1 establecen que no se podrá cambiar de especificación de carburante y aceite lubricante durante la temporada, no podemos introducir evoluciones o desarrollos durante la temporada. Ésta es la razón por la que estamos trabajando en exclusiva de cara a 2022", ha señalado Poulet.

De hecho, en Shell han trabajado duramente en esta carburante desde que se conocieron las reglas. "Durante los dos últimos años hemos hecho 500.000 simulaciones numéricas de carburantes. De éstas, la mitad han sido pensando en 2022 porque el impacto de adoptar un carburante bio es notable.

"Por ello hacemos más test que nunca. Debemos asegurarmos de encontrar la mejor formulación. Debe funcionar todo el año y en todo tipo de circuitos", ha especificado Poulet.

Poder calorífico, rapidez de la combustión, estabilidad a la temperatura ambiente, apoyo a la lubricación de elementos como las válvulas, etc.

Y el trabajo debe estar acabado lo antes posible, para que los motoristas puedan adaptar sus motores, los programas de gestión del motor… e incluso tener en cuenta las necesidades de refrigeración.

Sobre el papel, la FIA quería aumentar de forma progresiva, año tras año, el porcentaje de etanol en la gasolina –la Indycar usa combustible E85, es decir un 85% de Etanol y un 15% de gasolina– pero la decisión parece aparcada porque ello requería adaptación de los motores –y el consiguiente gasto de desarrollo– año tras año.