Pérdidas millonarias en Monza por la escasez de aficionados
En Monza se vivieron dos Grandes Premios. El Gran Premio propiamente dicho y la historia de los 'Grandes Perdedores'. Pero estos no son ni Lewis Hamilton, ni Max Verstappen, ni Ferrari –porque un cuarto y un sexto puesto en casa no es precisamente lo que se desea– sino los organizadores del GP.
En Italia aseguran que el promotor ha perdido no menos de 15 millones de euros, lo que puede poner en peligro la continuidad del evento, uno de los que sobre el papel paga uno de los cánones más favorables.
Es cierto que en los últimos tiempos el GP de Italia ha estado varias veces en la picota por cuestiones financieras, por el pago del canon en especial, pero al final Monza se mantenía. La leyenda del 'tempo de la velocidad' era importante.
En realidad, lo que ha puesto el GP de Italia contra las cuerdas son los propios aficionados. La covid-19 limitó el aforo a 55.000 plazas, pero la mayor parte de ellas no se vendieron. Algunos fuentes señalan que sólo se vendieron 20.000 localidades para una asistencia total de 46.000 espectadores durante los tres días. Precisamente dos días antes del GP, los promotores lanzaron un SOS porque las ventas anticipadas no superaraban las 16.000 entradas de las 55.000 disponibles.
La prensa italiana no achaca esta falta de interés al miedo a que en el útimo momento pudiera darse un confinamiento –algo que podría influir en la venta anticipada a un mes vista, por ejemplo– o al problema de desplazamientos de aficionados extranjeros, aunque algo seguro que influyeron. Para la prensa, el problema fueron precios de entradas disuasorios y poco realistas para los tiempos que corren.
El presidente de SIAS, el promotor del GP y gestor del circuito, achaca la elevada pérdida a que "mientras el año pasado Liberty Media acordó liberarnos del pago del canon, ya dejó muy claro que esto no iba a suceder en 2021". El Automobile Club d'Italia decidió mantener el Gran Premio pese a la incertidumbre de si podrían o no tener espectadores, lo que era un riesgo importante.
Por otra parte, negó que el precio de las entradas fuera disuasorio porque el aumento de los precios con respecto a 2019 oscilaba entre el 10 y el 15%, como han hecho la mayor parte de circuitos.
Pese a ello, las partes implicadas –SIAS y ACI, así como los gobiernos italiano y regional y el consorcio del parque de Villa Reale– mantienen la idea de una inversión cercana a los 100 millones de euros para mejorar la instalación y accesos "para un 2022 memorable". Pero todos saben que no pueden permitirse otro fiasco: puede ser el final de la Fórmula 1 en Monza.
