Mick Schumacher viaja en el tiempo con el Ferrari F2004
Mick Schumacher tan sólo tenía cinco años cuando su padre Michael ganó el GP de Alemania del año 2004, pero ayer pudo hacerse una idea de qué sintió el Káiser aquel día.
El joven alemán protagonizó una exhibición antes de la sesión de clasificación con el Ferrari F2004, el coche con el que el heptacampeón ganó su último Mundial de Fórmula 1.
El apellido Schumacher despierta pasiones como ninguno en Alemania, y es que la afición no ha vuelto a vibrar como entonces. La frágil salud de Michael enfatiza aún más el simbolismo del momento.
"Quería salir ahí y conducir. Tener que esperar ha sido toda una tortura. Los minutos parecían horas, pero cuando he salido a la pista me han pasado tan rápido como si fueran segundos", explicaba Mick después de bajarse del coche.
"Tengo el recuerdo de ver a mi padre por la televisión ganando muchas carreras al volante de este coche tan icónico. Me han impresionado la potencia y el ruido del motor V10".
"Podía ver a los fans animándome desde las tribunas, pero no los podía oír porque el rugido del coche se comía su voz. He sonreído todo el día. Si fuera por mí, no habría vuelto a boxes".
"Quiero darle las gracias a Ferrari y a la Fórmula 1 por haberme dado esta oportunidad, que para mí era un sueño y un honor".
Mick Schumacher se volverá a subir al Ferrari F2004 este domingo en los instantes previos a la Drivers’ Parade, aunque está por ver si la organización mantendrá la exhibición en caso de lluvia.
Ésta no es la primera vez que Schumacher se pone al volante de uno de los monoplazas de su padre. En el GP de Bélgica de 2017 hizo una exhibición con el Benetton B194 de 1994, el monoplaza con el que ganó su primer título.
Tanto en Spa-Francorchamps aquel día como en Hockenheim este fin de semana, Mick cuenta con un casco especial que combina su diseño personal con el de su padre.
