MIRADA AL PASADO

Mansell: "Los pilotos de hoy nunca sabrán lo que es un verdadero F1"

23/07/2019 21:04

El Campeón del Mundo de 1992, Nigel Mansell, está convencido de que los pilotos que compiten actualmente en la Fórmula 1 nunca sabrán lo que es realmente un coche de la máxima categoría del automovilismo y escoge los monoplazas de la década de los 80 como los más emocionantes y aterradores.

En aquella época, los motores turbo alcanzaban la friolera de 1.500 caballos de potencia en el modo de clasificación –en carrera bajaban considerablemente la potencia en pos de ahorrar combustible– y pesaban apenas 540 kilos. Para Nigel Mansell, aquellos coches eran los verdaderos F1.

"Conducir esos coches turbo era lo más emocionante y aterrador que podías hacer en tu vida. Nada se acerca al Williams FW11B, nada en el mundo. Y la Fórmula 1 nunca volverá a eso. Realmente, los pilotos de hoy nunca sabrán cómo se siente un verdadero F1", comenta Nigel Mansell para la revista de la FIA.

"En clasificación literalmente tenías hasta 1.500 caballos de potencia, incluso se dice que BMW tenía más. Tener pérdidas de tracción en sexta marcha en la recta a 280 ó 290 kilómetros por hora… no se puede describir. En cada curva a la que llegabas, el coche estaba literalmente tratando de matarte", agrega.

Por otro lado, en referencia a otro de los temas más polémicos de la Fórmula 1 actual, el expiloto británico destaca que antaño no había escapatorias de asfalto kilométricas, sino que respiraban aliviados cada vez que completaban una vuelta más.

"En el viejo Silverstone, por ejemplo, ibas por la recta del Hangar con el modo de clasificación muy por encima de los 360 kilómetros por hora. Llegabas a la curva Stowe sin levantar el pie, y todo esto en el circuito antiguo, con postes de seis pulgadas de ancho y un cable cruzado en la zona exterior de la curva como valla de seguridad. Casi golpeábamos estos postes".

"Entonces llegabas a la curva Club de nuevo y no levantabas. Salías de la curva y, literalmente, respirabas un suspiro de alivio. Primero, porque podías respirar después de que las fuerzas G te 'machacasen'; y en segundo lugar, y lo más importante, porque cuando salías de la curva, pensabas 'lo logré'", expresa Mansell para concluir.