COMBUSTIBLE

La F1 y el dilema de conservar el motor térmico más allá de 2025

31/05/2021 08:32

Los responsables de la Fórmula 1 parecen decididos a jugar una carta, arriesgada y sólida a la vez, de futuro. Su apuesta sería liderar el rescate y supervivencia del motor térmico, especie mecánica en vías de extinción por parte de muchos gobiernos en aras de la protección medioambiental y reducción de emisiones de CO2.

Está claro que la F1 no va a abandonar los motores híbridos en las reglas nuevas de 2025, aunque algunos propugnen la apuesta por motores V10 ó V12 atmosféricos de hasta cinco litros. Han descartado –salvo terremoto– la vía del motor eléctrico, tanto a baterías como a pila de combustible.

La idea es conseguir que la F1, sus motores, sean o bien cero emisiones o huella de carbono cero. Ambas vías están en la mente de varios constructores. Toyota parece que apuesta por la primera y las firmas alemanas, por la segunda.

Ésta es la discusión que mantienen en la actualidad y que deben tener ultimada a finales de esta temporada como muy tarde, para que las reglas puedan estar terminadas a mitad de 2022, para tener dos años de preparación de los motores nuevos.

La idea actual es mantener una unidad térmica, ICE, más o menos igual que la actual, posiblemente con la eliminación de la MGU-H, y que los cambios tengan más que ver con la parte eléctrica: mayor potencia del motor, más recuperación, mayor entrega de potencia y durante más tiempo. Pero la clave es adaptar el combustible nuevo.

Las ideas son dos, aunque una de ellas tiene dos posibilidades. La primera es ser huella de carbono cero, de forma que las emisiones de CO2 en carrera no superen el CO2 usado para hacer el combustible. Es decir, combustible hecho bien a partir de CO2 capturado o bien aprovechando desechos vegetales o similar. Esas son las dos posibilidades. Lo que gustaría a Audi y Porsche.

La otra, usar el hidrógeno como combustible. El motor de hidrógeno como el que usó Toyota en las 24 Horas de Fuji hace apenas una semana y que también uso Aston Martin en unas 24 Horas de Nürburgring.

El hidrógeno como combustible es quizás la vía más interesante, pero también tiene problemas que hay que resolver. Es gaseoso, de bajísima densidad, por lo que se debe someter a grandes presiones para licuarlo. Eso implica un tanque o depósito de alta resistencia y muy aislado térmicamente. Y además, colocado en una posición de máxima seguridad. Y estos aspectos distan de estar solucionados, al menos al nivel que se requería para F1.

Como la F1 quiere recuperar el papel de líder de nuevas tecnologías, motor y a la vez imagen de las mismas, está claro que la decisión se tomará en función de lo que las marcas potenciales motoristas decidan y éstas están a expensas de que los distintos gobiernos abran la vía a alternativas al motor eléctrico y busquen fórmulas para que los propulsores térmicos puedan sobrevivir gracias a carburantes alternativos para decantarse para alguna de estas soluciones.