Kaltenborn anunció su marcha a Wehrlein, pero no a Ericsson

La jefa de la entidad ha abandonado el cargo tras cinco temporadas por opiniones divergentes con los propietarios sobre cuál debería ser el futuro de la estructura. El piloto sueco confía en que los dueños actúen según los intereses del equipo.

"Yo no recibí una llamada. Me enteré por algunos miembros del equipo. Aún no conozco los detalles ni las razones. Estoy seguro de que lo averiguaré", ha explicado en una entrevista con la página web oficial de la Fórmula 1.

"Fue muy repentino. Una situación muy nueva para mí como piloto. Primero, debo darle las gracias a Monisha. Ella fue quien me dio la oportunidad después de mi año en Caterham. Ha estado con el equipo mucho tiempo. En segundo lugar, tenemos que confiar en que los propietarios saben lo que hacen y que tienen un buen plan para el futuro".

Junto al adiós de Kaltenborn, Sauber emitió un comunicado de prensa para atajar de raíz las insinuaciones de que uno de sus pilotos recibía un trato preferente. Ericsson remarca que su relación con Wehrlein es cordial.

"Cuando leo todas esas historias, me molestan a mí y a todo el equipo. Son irrespetuosas. Son rumores falsos y un golpe en la cara de cada miembro de Sauber F1. Este equipo trabaja día y noche para volver a tener éxito con ambos coches, con ambos pilotos. Es injusto e irrespetuoso. Me llevo muy bien -con Pascal-. No nos iríamos juntos de vacaciones, pero el ambiente de trabajo es bueno. Tenemos las mismas prioridades".

Ericsson anticipa cambios a largo plazo en Sauber, a medida que Longbow Finance reajuste su estructura tras la partida de Monisha.