Hamilton ha duplicado su hambre de ganar títulos
Lewis Hamilton quiere revancha. Sebastian Vettel se anotó ayer el Gran Premio inaugural de la temporada 2017 por delante del británico de Mercedes y éste ya piensa en ganar en China, dentro de dos semanas. De hecho, es la idea que tiene en la cabeza desde que vio la bandera a cuadros en el Albert Park.
Las ganas no han menguado pese al cambio de compañero de equipo y a la nueva normativa. Tres títulos ya son un hito en el deporte como tal y quiere el cuarto. La motivación y la voluntad de ser campeón permanecen intactas.
"He tenido luchas muy disputadas en los últimos años y obviamente el Campeonato del año pasado ha sido el más disputado que he tenido nunca. Ahora tengo más ganas que nunca de ganar el Mundial", ha afirmado el #44 de Mercedes en declaraciones recopiladas por el diario Evening Times.
"Puede parecer que mi hambre por ganar títulos se haya ido, pero al revés, ¡tengo el doble! Volveré a casa tras Australia. Habitualmente entreno por Asia, con altas temperaturas, pero esta vez quiero relajarme y descansar para volver con más fuerza en China. Creo que puedo ganar y quiero ganar por el equipo y los aficionados", ha añadido.
Una de las críticas que ha recibido Hamilton en los últimos años, especialmente tras ganar el título en Austin 2015, ha sido su poca disciplina. Sí, en pista es un misil, un devorador de competidores, pero fuera de ella ha levantado polémica. Para 2017 eso parece que ha cambiado y el propio Hamilton se ha propuesto a sí mismo un reto: ser su propio entrenador personal. Según él, lo ha conseguido.
"Mi disciplina ha aumentado a nivel de entrenamiento y lo meticuloso que soy con mi dieta, mis horas de sueño y todas estas cosas. Cada año intentamos mejoras, pero esta temporada se ha notado el cambio. Por ejemplo, he sido mi propio entrenador. Esto es un desafío que me puse a mí mismo. ¿Puedo tener la motivación necesaria y prepararme para lo que viene? Lo he conseguido y voy a continuar con el trabajo porque habrá carreras realmente duras este año", ha expresado el británico para concluir.
El nivel física ha aumentado en 2017 y la mejor prueba de ello es la decisión tomada por Pascal Wehrlein el sábado por la mañana en Albert Park. El alemán de Sauber no compitió en el Gran Premio y le dejó su asiento a Antonio Giovinazzi, que con sólo una sesión libre a sus espaldas, demostró ser rápido.
