La receta de la carrera perfecta

El primero de ellos fue el Safety Car, que hizo acto de presencia en la vuelta cuatro de la carrera, tras un grave error de Ericsson en la curva uno que le dejó atrapado en la grava. Gracias a este Safety Car, se produjo el primer momento de variabilidad estratégica en la carrera, algo que siempre es clave para el espectáculo. Para hablar sobre ello, es útil el uso del Lap Chart:

En el recuadro negro se señalan las primeras seis vueltas de la carrera. Lo importante es fijarse en la diferencia entre el orden de posiciones previo al Safety Car, y que aparece justo después: debido a las diferentes elecciones estratégicas (parar o no parar), se provoca una total alteración del orden lógico de la parrilla, lo que implica que aparezcan coches más rápidos atascados detrás de monoplazas mucho más lentos.

Pero para que se pudiera disfrutar del 'trenecito' que tuvo lugar entre las vueltas 6 y 15 de la carreras (las que tardó Hülkenberg en parar tras el Safety Car), tuvieron que darse una serie de circunstancias y casualidades: para comenzar, en cabeza de esta 'cola' de coches tenemos al Force India de Hülkenberg, uno de los coches más lentos de la parrilla y que tan solo se encuentra en segunda posición por su estratosférica salida (de 13º a 7º) y por las paradas efectuadas por otros pilotos. ¿Qué pasaría si justo detrás de Hülkenberg hubiera estado un Mercedes? Que todo este lío que se montó no hubiera llegado a suceder nunca, ya que el Mercedes lo habría adelantado quizá sin ni siquiera esperar a la primera zona de DRS.

La casualidad radica en que tras Hülkenberg, estaba Grosjean, cuyo monoplaza era algo mejor que el Force India, pero no lo suficiente como para adelantarlo con facilidad. Y a su vez, el de Lotus tenía justo detrás a Sainz, con un Toro Rosso muy competitivo, pero no lo suficiente como para pasar a Grosjean, que disfrutaba del DRS que le aportaba Hülkenberg. De esta forma, se forma una cadena de coches con DRS en la que a Hamilton, a pesar de llevar un Mercedes, se le hace muy complicado adelantar al Toro Rosso, lo mismo que le sucede a este con el Lotus, y a este a su vez con el Force India. Por lo tanto, gracias al Safety Car hubo diez vueltas de espectáculo fantástico, en el que monoplazas más rápidos se encontraban mezclados con monoplazas más lentos, sin apenas poder progresar.

El siguiente elemento clave para el espectáculo visto en Malasia fue la variabilidad estratégica, en cierta medida consecuencia del Safety Car, pero provocada principalmente por los compuestos Pirelli: esta vez sí que proporcionaron las 2-3 paradas previstas, consideradas como el número ideal para poder aportar el suficiente interés estratégico a la carrera. De nuevo se puede hacer uso del Lap Chart para analizar este segundo factor:

Ahora lo que está remarcado es el primer turno de paradas (excluyendo las anteriores al Safety Car). Como se puede observar, las 'P' (que significa parada) están mucho más desperdigadas que en un Lap Chart habitual. Si solo tenemos en cuenta a los pilotos que no pararon durante el régimen de Safety Car (ni previamente), el primero en pasar por boxes es Sainz, en la vuelta 14. En la 15 hacen lo propio Hülkenberg y Grosjean, y en la 17 Vettel y Pérez. Prácticamente los cinco pilotos lo hacen a la vez, por lo que donde se aprecia realmente la variabilidad estratégica es en los pilotos que ya habían parado para entonces.

En este otro grupo ya hay elecciones muy diferenciadas: desde Räikkönen, que para en la vuelta 14 (y a la vez que Sainz, con la diferencia que el español hacía todavía su primera parada) hasta Rosberg, que lo hace en la 26. En este lapso (13 vueltas si se incluyen ambas), el resto de pilotos efectúa sus paradas, mezclándose de esta forma los que habían parado en el periodo de Safety Car con los que no lo habían hecho.

Además, si a esto le sumamos que hubo diferentes elecciones de neumáticos (ahí ya no voy a entrar, ya que eso es tema para un análisis puramente estratégico), y que todavía había coches 'desordenados' debido al Safety Car, queda una situación de carrera ideal para cualquier aficionado a los adelantamientos y a la estrategia.

Pero entre los pilotos que no estaban en las posiciones que les correspondían desde un inicio, destacan cinco por encima del resto, que se vieron obligados a remontar rápidamente en pista. El primero de ellos es Bottas que, tras una nefasta salida, se encontraba todavía 12º cuando se marchó el Safety Car. Seguidamente, adelantó en pista a Pérez, Kvyat, Verstappen y Ricciardo en apenas siete vueltas, para posteriormente irse acercando a Massa a lo largo de la carrera, hasta que a dos vueltas del final consiguió superarlo por el exterior en la curva cinco, en lo que fue uno de los duelos más bonitos del día.

También es destacable la remontada de Rosberg, tras perder muchas posiciones en su primera parada. En su caso, adelantó a Pérez, Massa, Ricciardo, Sainz, Grosjean y Hülkenberg en siete vueltas. A partir de ahí, al igual que Bottas, se fue acercando a su compañero, aunque sin ninguna opción real de llegar a adelantarlo.

Otros dos pilotos que en las vueltas iniciales se vieron muy retrasados fueron los Toro Rosso. Max Verstappen era 11º cuando se fue el Safety Car, y todavía después perdería posición con Massa y Räikkönen. En este caso, sus adelantamientos no se concentraron en el stint inmediatamente posterior al Safety Car, si no que se extendieron a lo largo de toda la carrera, hasta acabar adelantando a su compañero a menos de diez vueltas del final, aunque a diferencia de los Williams, sin pelear por la posición.

Sainz fue otro de los que se vio obligado a remontar tras su primera parada, y tuvo que adelantar a gran parte de la parrilla en el segundo stint, aunque es cierto que el 'undercut' del equipo Toro Rosso fue efectivo, y le ayudó en su progresión. Pero la rapidez de su remontada es indudable, ya que a pesar de contar con una estrategia ligeramente desfavorable respecto a su compañero, sus adelantamientos en pista a lo largo del segundo stint le permitieron llegar a luchar con Verstappen a final de carrera.

Y hablando de 'undercuts', sin lugar a duda la remontada más espectacular del Gran Premio fue la de Kimi Räikkönen (basta con ver la pendiente de su línea en el Lap Chart tras parar en boxes en la vuelta 14), ayudado por el genial rendimiento de su SF15-T. Gracias a la acertada parada de Ferrari en la vuelta 14, realizando otro efectivo 'undercut', el finés pudo ganar muchas de las posiciones del 'trenecito' que se había formado tras Hülkenberg. Sin embargo, también realizó un alto número de adelantamientos en pista tanto en el segundo como en el tercer stint. Esta es la nómina de adelantamientos de Räikkönen, de la que a buen seguro puede presumir: Nasr, Merhi, Button, Alonso, Pérez, [1ª parada], Sainz, Maldonado, Nasr (x2), Button (x2), Alonso (x2), [2ª parada], Verstappen. Un total de 11 adelantamientos que dieron mucho espectáculo, y que le llevaron a la cuarta posición a pesar de la pérdida de 'downforce' desde la vuelta 1.

Pero, a pesar de todo lo mencionado, todavía queda un elemento clave que era necesario para poder disfrutar de una carrera tan entretenida: la lucha por la victoria. Si Vettel y Ferrari no hubieran hecho un fin de semana casi perfecto, colándose entre los Mercedes en la Q3 y exhibiendo un ritmo y una estrategia de carrera fantásticos el domingo, hubiéramos presenciado un doblete cómodo más de Mercedes, lo que hubiera provocado que a esta carrera todavía le faltara algo para ser tan espectacular como fue. Sin embargo, con la gran actuación de Vettel y Ferrari, se pudo observar una interesante lucha en la distancia por la victoria, también con variabilidad estratégica, y a la que lo único que le faltó fue algún adelantamiento en pista por la primera posición.

Por tanto, a modo de resumen, la receta de una carrera espectacular necesita los siguientes ingredientes:

• Un factor que altere el orden lógico de los monoplazas (el Safety Car en este caso).
• Neumáticos que favorezcan la variabilidad estratégica.
• Lucha por el liderato y el podio (si es posible, con adelantamientos en pista).

Desgraciadamente, hay un cuarto elemento muy importante que actualmente no está presente: la igualdad entre monoplazas. Si mezclamos estas cuatro premisas y revolvemos, obtenemos una carrera perfecta –en cuanto a espectáculo se refiere-, como sucedió varias veces a lo largo de 2012, tema que, por otra parte, trataré el miércoles que viene. Ahora os toca a vosotros mismos proponer qué condiciones creéis que se deben cumplir para que una carrera os resulte divertida y emocionante.