La IndyCar mima a los jóvenes: seis novatos en liza

En IndyCar, este año, los rookies son ¡nada menos que seis! Tres de ellos proceden de la ‘pirámide’ puesta en marcha por IndyCar: Kyle Kirkwood, Devlin DeFrancesco y David Malukas. Dos proceden de la F2 y han abandonado, al menos por el momento, su sueño de llegar a la F1: Callum Ilott y Christian Lundgaard. Y la otra es Tatiana Calderón, que tras la F2 y la Superfórmula japonesa busca un lugar más propicio, la IndyCar, donde tradicionalmente las féminas se han defendido mejor.

Seis ‘rookies’ en una categoría donde las carreras deportivas de los pilotos se alargan fácilmente más allá de los 40 años, es algo digno de encomio. La mezcla de veteranos, jóvenes y los de ‘mediana edad’ dan a la categoría americana un mix realmemente interesante. Es cierto que las ‘vacas sagradas’ tienen más sencillo el mantenerse, pero los jóvenes empujan y tienen su oportunidad.

Es más, los ‘rookies’ tienen opciones reales de ponerse en evidencia. Es algo que en la F1 es mucho más complicado dada la diferencia de nivel entre los equipos. Aquí, el material de partida es el mismo para todos y la información circula mucho más abiertamente –especialmente entre los pilotos– que en la F1.

Este año los ‘rookies’ son todos ellos jóvenes. En 2021, por ejemplo, Romain Grosjean tenía el estatus de rookie, pese a su gran experiencia en F1.

Son muchos los fans que apuestan por Devlin DeFrancesco para el título de ‘mejor rookie’, quizás porque corre para Andretti, que ya le hizo correr en Indy Lights. Pero es Kyle Kirkwood quien parece tener más talento y está llamado a liderar la resurrección del equipo de AJ Foyt. David Malukas fue el máximo rival de Kirkwood el pasado año y está con Dale Coyne.

Salvo el caso de Tatiana, que está también en Foyt, los otros dos ‘llegados de Europa’ –Ilott y Lundgaard– ya han corrido en IndyCar (tres y una carrera respectivamente, lo que les permite ser considerados todavía rookies) y es el danés quien parece mejor situado porque corre con el equipo de Bobby Rahal, mientras que Ilott corre con el de Ricardo Juncos, equipo que afronta por vez primera la temporada completa.

De todos los novatos, Kirkwood fue el único que consiguió pasar a la seguda fase de clasificación en St. Petersburg.

Pero hay otros detalles que son importantes. En primer lugar, cada coche tiene sus propios colores y patrocinadores; en ocasiones, hay dos coches iguales en un mismo equipo (este año sólo sucede con los coches de Tatiana Calderón y Kyle Kirkwood), pero en muchos otros casos los patrocinadores y colores son absolutamente diferentes. En segundo lugar, los presupuestos son ‘racionales’ o si lo prefieren ‘más abordables’. Lo que cuesta una temporada completa de IndyCar no daría a ninguno de estos jóvenes acceso a la F1.

La clave para que los jóvenes sobresalgan es disponer de un buen ingeniero con experiencia, porque hay pocos test y las sesiones de ensayos son pocas y cortas.

Mientras tanto, ‘El Capitán’ (Roger Penske) ya ha puesto en marcha un plan, el de reforzar la Indy Lights y hacer que la pirámide ‘Road to Indy’ sea más atractiva y asequible. Este año son 15 los pilotos presentes en la misma, tras años en los que difícilmente se superaba la docena. Los grandes veteranos deberán luchar con uñas y dientes para conservar sus volantes.