Niki Lauda, Ibiza, marihuana y... un peligroso flashback fumando

Niki comparte en su autobiografía 'Mi historia' que un día en 1984, mientras estaban en Ibiza, vino un primo suyo con marihuana. Aunque ni su mujer de aquel entonces, Marlene, ni él solían fumar, ese día probaron y la experiencia fue para olvidar.

No obstante, a Niki le hizo recordar un momento muy delicado de su vida y le trajo de vuelta sus sensaciones en la unidad de cuidados intensivos tras su accidente de Nürburgring.

"La marihuana es bastante popular en Ibiza, aunque Marlene y yo normalmente no tocábamos esas cosas. Sin embargo, debió haber algo aquella noche que nos persuadió a encenderlo. No pasó nada durante 20 minutos más o menos y luego me golpeó tan fuerte que me di cuenta de que estábamos fumando algo especial", cuenta Niki, según publica el blog Media Racing.

"Hablábamos de cualquier cosa y pronto comenzamos a reír por cualquier cosa. Luego las risas eran tan fuertes que Marlene no podía parar. Yo estoy recostado sobre el sofá y comienzo a sentir el cuerpo tan pesado que no puedo mover un músculo", añade.

"Marlene claramente siente los efectos menos que yo. De repente, ella está completamente lúcida y se preocupa por mí. Trata de hacer algo, no sé bien qué. Yo estaba completamente fuera de mí y de repente me golpeó Nürburgring, la unidad de cuidados intensivos", recuerda.

"Yo caía en un gran agujero negro. Caía de espaldas, dando un salto mortal hacia un gran vacío y eso sera el final. 'Por favor, déjame morir', le digo a Marlene. Es un sentimiento tan hermoso. Estoy cayendo. Ingrávido. Exactamente como en la unidad de cuidados intensivos", añade.

Niki comparte que entonces Marlene le levantó y trató de llevarlo a la habitación para dormir.

"Entonces entré al baño y quedé fascinado con el lavabo. Otro hueco. Tenía la mirada fija en eso. Allí estaba otra vez. Déjame caer allí. Pero Marlene no me dejaba y estaba parada justo detrás de mí. Me sostenía desde atrás. 'Ya vale, bobo', me decía. Para mí, sin embargo, la situación no era para nada divertida. Era mortalmente seria. Había un hueco y quería caer en él, tal como me sentía después de Nürburgring", agrega.

Lauda recuerda que tanto en el hospital como en ese día en Ibiza fueron las voces la que le alejaron de ese agujero que describe.

"En cuidados intensivos escuchaba voces –las del cirujano y Marlene– lo que me obligó a tratar de entender la situación en la que estaba y a intentar salir de ella", destaca.

"Tenía que vivir. Tenía que mantener mi cerebro funcionando. No debía dejarme caer en esa hermosa sensación de caída en el agujero. Estaba colgado desesperadamente de un pequeño pedacito de realidad y una conversación entre dos seres humanos me ayudó a sobrevivir", relata para terminar.

En la siguiente entrevista, a partir del minuto 4:54, Niki habla de este día en Ibiza: