Detecta cuanto antes fallos en el aire acondicionado de tu coche

Al igual que elementos como el ABS o los cinturones traseros, el aire acondicionado se ha convertido en un elemento indispensable  en la dotación de serie de los modelos a la venta hoy en día. A finales de los 80 y comienzos de los 90 las marcas comenzaban a ofrecerlo como opción y, si nuestro coche no lo equipaba y deseábamos montarlo, se vendían kits universales para su instalación.

Hoy en día no concebimos un vehículo medianamente moderno sin este sistema, el cuál nos permite salvaguardar el tipo en los días de verano más calurosos, durante los viajes a la playa, la montaña o nuestro pueblo o en las temporadas más fríoas del año. Por ello, y para evitar la desagradable situación de encontrarnos con que nuestro aire acondicionado no funciona en el peor de los momentos, vamos a enumerar ciertas precauciones y señales a tener en cuenta para detectar cuanto antes un posible fallo.

La principal señal y las más obvia es que el aire no llegue al habitáculo, o que lo haga con una potencia muy reducida. Sin embargo, es el escenario más difícil sobre el que detectar el origen del problema. En primera instancia puede ser el compresor, que ha dejado de funcionar de manera correcta, o puede tratarse igualmente de una obstrucción en la fontanería interna. En cualquier caso, la reparación suele ser más costosa, debido al precio del primer elemento y a la necesidad de desmontar el salpicadero en el segundo escenario.

Otra señal es que el aire circule correctamente, pero no se encuentre a la temperatura adecuada. Ello suele ser señal de que se ha desgastado el gas que utiliza el circuito o que directamente haya habido una fuga del mismo. Sea cual fuere el caso, es de sencillo arreglo, tan solo hay que ir a un taller especializado a reponerlo, tarea que nos conllevará un desembolso entre 60 y 70 euros. Se suele recomendar hacer un mantenimiento del mismo cada dos años.

La última señal de importancia a detectar es la del mal olor. En este caso ocurre que, con el paso del tiempo, gran humedad y un uso excesivo del mismo, se ha asentado algo de moho en los conductos del sistema, y lo que detectamos con el olfato son las bacterias expulsadas por las rejillas de ventilación. Su solución pasa por desinfectar la fontanería interna con productos específicos, una tarea que los propios talleres realizan si se lleva un mantenimiento correcto. En el peor de los casos, puede ser necesario desmontar el sistema al completo para limpiarlo a conciencia.

Para terminar, no queremos pasar la oportunidad de recomendar ciertas acciones a evitar para prevenir cualquier tipo de fallos en este sentido y sacar el máximo partido al aire acondicionado de tu coche.