Mäkinen se enfrenta al dilema de las órdenes de equipo en Toyota

Aparentemente, Elfyn Evans, el tercer hombre, con el que nadie contaba, el único que puede salir campeón de Cerdeña, sin esperar a la última carrera, Ypres. Tiene 18 puntos sobre Sébastien Ogier. Una situación que parece que invita –por no decir que exige– órdenes de equipo. Pero eso es algo que Mäkinen se muestra reacio a impartir… sobre todo con los rumores de que quizás se incluya el Rally de Monza a última hora para poder tener un calendario más concreto, aunque a estas horas, con el certamen ya casi finiquitado, puede sonar a 'pucherazo'.

Mäkinen no cree que los títulos se decidan aquí. "Lo más probable es que no se decidan aquí. No veo ninguna posibilidad. Elfyn tiene la peor posición posible de salida y Seb es el segundo peor. Es imposible predecir lo que puede pasar", ha señalado el cuatro veces campeón del mundo.

El terreno de Cerdeña parece bastante roto y pedregoso. Salir delante es 'barrer' la pista, algo que siempre ha suscitado polémicas. Es el equivalente al DRS en la F1 o a la parrilla invertida en otras especialidades. Una suerte de hándicap involuntario propio de los rallies y que ayuda o debe ayudar a mantener la emoción hasta el último momento.

Mäkinen, sin embargo, no sólo tiene en cuenta el problema del título de pilotos, sino también el de constructores y es quizás en esa última en la que se fijará Mäkinen a la hora de tomar decisiones. "Nuestro objetivo es el título de constructores. Es evidente que no podemos permitirnos que una batalla interna arruine nuestro objetivo más importante", ha señalado.

En otras palabras, Mäkinen posiblemente esperará a ver lo que pasa en esta primera etapa, donde Ott Tänak y Thierry Neuville, los dos pilotos punteros de Hyundai, pueden sacar tajada de una posición de salida mejor, antes de tomar alguna decisión al respecto.