En Austria siguen creyendo que salvarán su GP, incluso celebrándolo a puerta cerrada y como carrera doble

Kogler lo dijo en entrevista al Kleine Zaitung, donde incluso anticipó la posibilidad de que el GP fuera doble, aunque matizó que la decisión correspondía a los organizadores "que son los responsables de cumplir con las normas de salud, de entrada y salida del país".

Por el momento todos los eventos deportivos públicos están prohibidos en Austria hasta final de junio, pero el GP está previsto para el 5 de julio. Además, podría darse luz verde la próxima semana para correr a puerta cerrada.

Kogler también dijo que la posibilidad de que el deporte se ponga en marcha aunque sea a puerta cerrada "es más sencillo para otros deportes. Por ejemplo, los jugadores de fútbol siguen en el país", aunque señaló que la situación de jugar a puerta cerrada no es sencilla.

De todas formas, para la F1 el problema estaría en la llegada de los equipos y pilotos, así como personal de la FIA, desde terceros países, algunos de los cuales todavía están en fase ascendente del coronavirus. Pero con el apoyo de Red Bull, propietaria del circuito, podrían habilitarse soluciones.

Aunque el canciller austríaco, Sebastian Kurz, dijo la pasada semana que las fronteras no se abrirían antes de tener una vacuna, la situación en el país ha mejorado y se espera que el próximo martes se reanude la actividad con la apertura de algunos pequeños comercios, aunque bares, restaurantes y peluquerías continuarán cerradas hasta el 1 de junio y los espectáculos con público no se retomarán hasta el 30 de julio. Entre tanto sigue vigente la obligación del uso de mascarillas en las vías públicas.

De todas formas pueden pasar muchas cosas. Los austríacos creen que el foco principal de infección para su país e incluso para Alemania, partió de la estación de esquí de Ischgl y esto les hace ser particularmente cautos.