Peligro para Mercedes AMG ante las limitaciones medioambientales

Las razones de este temor son las nuevas normas sobre emisiones que la Unión Europea impone. Para Mercedes AMG, son un grave problema. En 2021, la media de emisiones de los vehículos vendidos por una marca quedará limitada a 100 gramos por kilómetro y habrá una multa económica en función de cada gramo de desviación de la media y el número total de vehículos producidos.

La media actual de Mercedes está en 138 gramos de dióxido de carbono por kilómetro, lo que implica que la marca de la estrella deberá hacer un gran esfuerzo para introducir modelos híbridos y eléctricos, a la par que reducir la oferta de sus modelos con motores de mayor cilindrada. El motor V8, top de gama, parece tener los días contados.

A modo de ejemplo, The Financial Times estima que ahora mismo Daimler podría tener que pagar una multa de 25.000 millones de euros por exceso de emisiones. Eso implicaría un aumento sustancial de los precios de sus vehículos si desea mantener la rentabilidad no sólo de la marca, sino también de sus concesionarios.

Según algunas fuentes, Mercedes estudia limitar sus motores a 3.0. Los nuevos seis cilindros en línea, presentados hace dos años como sustitutos de los tradicionales V6, permitirían reducir el consumo del orden de un 15%.

Pero esta medida significará el fin de los motores V8. El próximo Mercedes AMG C63 prescindirá del motor V8 de 4.0 por un 2.0 de cuatro cilindros que, gracias a su turbo de doble entrada y un sistema mixto de inyección directa/indirecta, rinde 386 caballos.

La hibridación plug-in del mismo podría llevarlo a la cota de los 500 caballos que ofrece el V8 actual y reducir notablemente el consumo, tanto que las emisiones homologadas quedarían por debajo de los 100 gramos por kilómetro.