ABT Audi A1 1of1: un pezqueñín de 400 caballos

El ABT Audi 1of1 es el último juguete del que podríamos llamar preparador oficial de Audi —aunque también trabaja con otras marcas del grupo Volkswagen—. Un coche que va mucho más allá del Audi S1, que era uno de los juguetes pequeños más potentes del mercado con sus 231 caballos.

El S1 ya no figura en la lista de coches comercializados por Audi, pero este último trabajo de ABT sugiere que pronto podría llegar su heredero esperado, quizá con la base del A1 Sportback. Desde luego no será el 1of1 que, como su nombre indica, es un ejemplar único destinado al Salón de Essen, especializado en tuning y preparaciones.

En ABT están dando los últimos toques a este modelo. El motor es el 2.0 TFSI que se usa en la Audi TT Cup, pero con la potencia elevada de 310 a 400 caballos gracias a modificaciones en el 'overboost'.

El 1of1 deja muy claro que es algo muy especial desde el primer momento en que lo ves. El alerón trasero, los pasos de rueda ensanchados 5,5 centímetros, las llantas de 19 pulgadas cuyo diseño ha sido optimizado desde el punto de vista aerodinámico, su vistoso difusor… Ah, y nada de abrir las puertas traseras: han sido soldadas para aportar rigidez a la carrocería. Retrovisores, paneles de puerta y paragolpes son específicos.

La decoración bicolor, obra de Jon Olsson, es espectacular y comunica aún más la exclusividad del conjunto.

El interior también ha evolucionado. El asiento trasero ha desaparecido, pues al soldar las puertas traseras el acceso es imposible. Un primer aligeramiento. Pero el lugar no permanece vacío, porque está ocupado por un 'roll-bar' al más puro estilo de la competición.

Los asientos delanteros también son de competición, hechos a medida para el propietario y tapizados en Alcantara. Muchos detalles son propios de las carreras, incluido el volante.

Basta con verlo para querer disfrutarlo… ¡pero sólo se puede hacer en un circuito o terreno privado! Quizá en esa carretera de Cantabria que el presidente Revilla quería 'reservar' para que los 'quemados' puedan desfogarse en vez de hacerlo en otras carreteras, a modo de pequeño Nürburgring.