Rolls-Royce Wraith Eagle VIII: una colección de leyenda

Rolls-Royce celebra los 100 años de una hazaña del mundo de la aviación que nadie olvida. John Alcock y Arthur Brown fueron los tripulantes del primer vuelo transatlántico sin escalas de la historia, que tuvo lugar en junio de 2019. La aeronave utilizada, un bombardero Vickers Vimy modificado de la I Guerra Mundial, equipaba un motor Rolls-Royce Eagle VIII de 20.3 litros y 355 caballos. De ahí el nombre de esta colección Rolls-Royce Wraith Eagle VIII, creada por Bespoke Collection y que debuta en el Concurso de Elegancia Villa d'Este.

Cada uno de los 50 Rolls-Royce Wraith Eagle VIII luce una carrocería pintada en dos tonos de gris metalizado separados por una línea de latón, mientras que la parrilla de color negro hace referencia al carenado del motor del mencionado avión. Completan los detalles de esta parte del coche unas llantas pulidas con acabado de sombra traslúcido.

Lo verdaderamente especial de esta colección Rolls-Royce Wraith Eagle VIII lo tenemos en el interior de los vehículos, con multitud de detalles que evocan la aventura aérea de Alcock y Brown. Los colores predominantes son el negro y el gris, aunque si hay un material que se lleva el protagonismo es el latón. En él están realizadas las cubiertas de los altavoces, mientras que el logotipo RR del reposacabezas de los asientos está bordado en hilos de su color. También tenemos destellos de esta tonalidad en los paneles de las puertas, mientras que en la puerta del conductor hay una placa en latón donde se puede leer una cita de Churchill que elogia el logro aeronáutico.

Si nos fijamoes en el salpicadero y en la consola central, vemos una interpretación moderna de la vista que se supone que tuvieron nuestros dos protagonistas, para lo que se han utilizado materiales como el oro, la plata y el cobre de eucalipto ahumado. En cuanto al reloj, una de los añadidos más carismáticos de cada Rolls-Royce, presenta un efecto de fondo helado que representa la congelación que sufrió el cuadro de mandos del avión protagonista de la hazaña.

No obstante, el punto más llamativo e interesante del interior del Rolls-Royce Wraith Eagle VIII es su techo, que cuenta con 1.183 luces led que representan la disposición del cielo en el momento del vuelo realizado hace ahora un siglo. La trayectoria del vuelo y las constelaciones están bordadas con hilo de latón, mientras que el momento exacto en el que Alcock y Brown atravesaron las nubes para surcar el cielo queda indicado con una luz roja de fibra óptica. Las nubes, por su parte, están bordadas, y hay una placa que dice lo siguiente: "La disposición del cielo a mitad de camino 00.17, 15 de junio de 1919, 50" 07' Latitud Norte - 31" Longitud Oeste", o lo que es lo mismo, el punto medio del trascendental viaje.