Barcelona, el Gran Premio de la esperanza

Tradicionalmente, la primera prueba europea del Mundial de F1 es también el escenario donde todos los equipos estrenan su rimer 'gran pack' de evoluciones. Esas piezas que deben solucionar los problemas encontrados en los test y en los primeros GP de la temporada.

Entre todos ellos hay dos equipos especialmente 'nerviosos' ante la carrera de este domingo, Ferrari y Williams, aspirante a la cabeza uno e intentando huir de la cola el otro. Los dos que se juegan mucho en el envite.

Ferrari sabe que tiene que dar un paso al frente en Barcelona si quiere aspirar al título. Si en febrero se le dio como máximo favorito del año, las primeras carreras han puesto en evidencia problemas no aflorados –o 'camuflados'– en los test. Cuatro GP disputados y cuatro 'dobles' derrotas es un balance 'trágico' para la Scuderia, que ha visto como Mercedes ha conseguido cuatro dobletes consecutivos.

¿Qué problema tiene Ferrari? Para unos es un problema para mantener las gomas en el abanico idóneo de temperatura. Para otros, falta de carga aerodinámica. Y Vettel no se siente cómodo y confiado en el coche, lo que impide sacar el rendimiento óptimo del mismo y facilita que un Leclerc que parece haberse acomodado mejor se haya transformado en un incordio para el alemán y en un problema estratégico para Maranello.

El tener 'problemas de juventud' no es precisamente la mejor de las señales. Tiempo y recursos que debía ser consagrado a la mejora y evolución del coche debe ser empleado en localizar y solucionar los problemas…. y mientras Mercedes seguro que ha avanzado en ese tiempo.

La carrera es contrarreloj, hasta tal punto que muchos piensan que o bien Ferrari gana en Barcelona o las cosas se le habrán complicado mucho. Si bien es cierto que sólo llevan 15 puntos menos que en 2018 –y también dos victorias menos– Mercedes por el contrario lleva 63 puntos más, lo que explica esos 74 puntos de ventaja de la marca de la estrella en la clasificación de Constructores.

Para Williams es el ahora o nunca. George Russell sabe perfectamente que si en Barcelona no mejoran la temporada está perdida. No sólo seguirán en cola, sino que se instituirá para ellos una nueva categoría, 'tercera división'.

En el equipo de Grove aseguran que los problemas han sido localizados y que en Barcelona deben estar en vías de resolución. "Si en Barcelona no enderezamos el camino, será ya muy difícil el resto del año".

Lo peor de Williams es que Kubica ha sugerido que su coche y el de Russell no se comportan igual y ello sugiera que quizás el problema no es sólo de diseño sino también de fabricación.

Por supuesto, Red Bull tendrá mejoras importantes. Y eso preocupa a la cabeza, si desde la primera carrera dijeron que el coche tenía 'algunos errores aerodinámicos' y han conseguido incluso podios podrían ser un problema añadido para Ferrari, al menos en manos de Verstappen, aunque Gasly demostró en Bakú que tiene ambiciones.

Max recuerda que aquí logró su primera victoria y espera que las actualizaciones que traerán les sirvan de mucho. De hecho, en los últimos GP los pequeños cambios introducidos dieron un buen resultado.

Obviamente no son los únicos que tendrán mejoras. Romain Grosjean asegura que "todos traerán aquí su coche B. Lo importante es que las mejoras vayan en la dirección correcta". En Haas lo esperan. Se han quejado de los neumáticos Pirelli de este año, que son un tanto incomprensibles para ellos. Pero en Pirelli aseguran que este es un problema del equipo, que los demás parecen haber encontrado la solución. Y Gunther Steiner ha tenido que admitirlo: "Haas es el peor equipo en hacer funcionar las gomas". Y esto es a la vez una fuente de cierta esperanza: si consiguen dar con la clave podrán luchar por ser los mejores de 'segunda división'.

En Renault quieren enderezar el rumbo. Las perspectivas que en la pretemporada tenían sobre su motor no se están cumpliendo; la mejora en potencia no parece suficiente y ha afectado a la fiabilidad. Y el chasis no parece tan eficaz como pensaban, aunque estrenarán nuevos elementos en las alas delanteras y traseras así como otros detalles para mejorar el equilibrio del coche.

Cyril Abiteboul confía en reconducir la situación "porque nunca habíamos puesto en marcha un programa de desarrollo tan ambicioso". Pero los números son tercos, los 35 puntos del pasado año parecen un 'techo imposible' este año, que sólo han sumado 12. En cualquier caso señala que están a sólo tres puntos del cuarto puesto del campeonato… y quiere recuperarlos en Barcelona "porque si no lo hacemos si que tendremos un problema. Esta primera carrera española debe ser para nosotros como si los contadores volvieran a partir de cero".

Y en la paquete de los que mejoran debe estar Racing Point, un equipo que debería ser faro en la F1 porque, como dice Ross Brawn, la clave es "gastar bien, no gastar mucho". Y por supuesto McLaren, del que ya hemos hablado bastante y ahora ya cuenta con su organigrama definitivo –si es que hay algo definitivo en la F1– en funcionamiento.

Por supuesto, los restantes equipos también traerán mejoras. Para todos ellos de momento el GP de España es el GP de la Esperanza. Pero para los aficionados este GP es el de la 'prueba del algodón'. Por eso, por el conocimiento que todos tienen de la pista y sus secretos, por los datos de los test que les permiten afinar la puesta a punto como en ningún otro lugar, da a la parrilla de salida un valor muy especial. Y el ritmo de carrera como un dato que, para bien o para mal, disipará dudas: si seguir por el camino emprendido a marchas forzadas o buscar nuevos senderos y atajos para recuperar el terreno perdido.