Un Datsun 280Z, una guerra, una venta y una restauración profunda

Porque antes de entrar en el coche, hay que contar sus antecedentes. Erich Hartmann era un piloto alemán de aviones de caza durante la Segunda Guerra Mundial, que estableció un récord de victorias que no fue superado, tras derribar 352 aviones de los aliados. Tales fueron sus méritos bélicos, que recibió el apodo de ‘Bubi’ –‘El Niño’- por sus compañeros y "Black Devil" por sus adversarios soviéticos. Tras la guerra, Erich fue acusado, juzgado y condenado por crímenes de guerra y pasó 10 años en campos de prisioneros soviéticos.

Tras ser puesto en libertad en 1955, se unió de nuevo al ejército, en este caso a la Fuerza Aérea de Alemania Occidental en 1956, donde estuvo en activo hasta su retirada en 1970, falleciendo por causas naturales en 1993. El caso es que la familia Hartmann pasó una parte de su vida en Estados Unidos, donde adquirieron un Datsun 280Z 'Fairlady Z' Gold Metallic de 1976. Este es el coche. Al regresar a Hamburgo, la familia envió el Datsun a la sala de estar de Erich. Allí quedó expuesto junto con partes de un Messershmitt Bf 109, un avión alemán utilizado en la Segunda Guerra Mundial como el que usó en sus días de vuelo.

Así estaba el coche, en reposo monacal, cuando Atanas Vilner, de Vilner Garage, lo vió y adquirió. Para sacarlo de la vivienda, hubo que quitar parte del ensamblaje de la ventana de la casa. Pero una vez fuera, el modelo, que se produjo entre 1975 y 1978 y contaba con un motor de 2.8 litros de seis cilindros en línea y 170 caballos, estaba listo para ser resturado.

Vilner comenzó por el exterior, con una combinación de colores y un diseño totalmente únicos para el automóvil. Cuenta con luces delanteras y traseras LED, indicadores laterales con el distintivo LED 'Z'. La pintura es denominada 'Vilner Cobalt Matt Metallic' con detalles 'Vilner Copper Rose' en la parrilla delantera y en la parte trasera del coche, junto con llantas de aleación ligera.

La idea de Vilner era mantener "el coche lo más cerca posible del original”. El interior cuenta con paneles cubiertos de cuero o fieltro azul, y los cinturones de seguridad y alfombrillas van a juego, con ribetes de cuero y las palabras ‘Fairlady Z’ en tono metálico. A su vez, los asientos cuentan con el distintivo ’20ner Vilner Studio’, un sello de la calidad de manufactura de los mismos, y del modelo entero.

Según Vilner, “la cantidad de trabajo puesto en este proyecto va más allá de cualquier automóvil hecho por mi equipo. Y puedo garantizar que este Datsun 280Z ‘Fairlady Z’ es uno de los autos más exclusivos del planeta. Incluso el precio de venta de -66.000 Euros- es modesto si se considera la cantidad de trabajo y materiales incluidos en este proyecto, sin mencionar el trabajo de artesanía". Desde luego, el coche luce impresionante, y está listo para seguir dando satisfacciones. Por historia y por aspecto, vale cada céntimo del precio.