Norris: "Soy demasiado cordial en pista; me llamaban 'el niño bueno'"

La trayectoria de Lando Norris en el mundo del motor comenzó sobre una moto de la que se bajó con seis años tras sufrir un accidente. Fue entonces cuando cambió de rumbo y decidió iniciarse en el karting donde llegó a ser campeón del mundo. En 2018, Norris compitió en la Fórmula 2 donde terminó segundo en la clasificación general a 68 puntos de distancia de George Russell, piloto de Williams la próxima temporada. En una entrevista reciente, el británico ha contado cómo vivió aquel momento el año pasado, entre otros de su vida en el mundo de la competición.

"Perdí el título debido a errores y falta de confianza. Después de un buen inicio, los otros pilotos progresaron muy rápido. Además, el set-up y la gestión de los neumáticos no siempre fue la correcta. Tuve que ajustar mi estilo de conducción y ni con esas me sentía bien. Había una falta de confianza. Por alguna razón me siento más cómodo en el coche de F1 que en el de F2. Me siento mejor cuando voy al límite y puedo identificar con más facilidad las áreas donde necesito mejorar", ha explicado Norris en declaraciones para la revista alemana Auto motor und sport.

Lando fue nombrado piloto reserva de McLaren en 2018 y durante ese tiempo, tuvo la oportunidad de compartir horas y momentos de trabajo con Fernando Alonso, de quien aprendió por su estilo de pilotaje, entre otros aspectos: "Fernando no me enseñó a conducir un coche. No conduciré exactamente como él. Siempre hay parte en las que te puedes fijar, pero al final las ajustas a tu estilo", ha asegurado.

El conjunto de Woking volvió a enfrentarse a numerosas dificultades la temporada pasada, dejando en evidencia su falta de rendimiento y fiabilidad. En este sentido y de cara a 2019, Norris no quiere crear falsas expectativas y confiesa que no será este el año en el que volvamos a ver a McLaren ganar carreras. 

"Sé que ya lo dijimos el año pasado, pero desde entonces hemos trabajado mucho para comprender el coche e identificar las causas de los problemas. No habrá una solución simple de la noche a la mañana. En realidad, no ganaremos carreras este año. Confío en que las cosas mejoren. De lo contrario, el objetivo será conducir rápido y evitar grandes errores. Solo quiero una temporada limpia y conducir con confianza para el futuro", ha señalado.

El británico siempre se ha mostrado como un joven abierto y amigable dentro y fuera del paddock. No obstante, en la intimidad admite que es duro consigo mismo y aunque algunos le conocen como 'el chico bueno', reconoce que puede llegar a enfadarse y mucho dentro de la pista: "No puedo conducir sucio. Diría, incluso, que soy demasiado cordial en la pista. En el kart siempre he sido 'el chico bueno'. Eso tiene consecuencias positivas y negativas, aunque también puedo llegar a enfadarme mucho. Especialmente conmigo mismo", ha finalizado.