Rolls Royce estudia volver a España

El mejor ejemplo es Rolls Royce. El fabricante británico cerró su único concesionario en España en 2012 tras ver como las ventas se reducían a dos únicas unidades. Aunque es evidente que el volumen de ventas para una marca con vehículos con precios superiores a los 400.000 euros no puede ser muy alto, la compañía pasó de despachar 10 vehículos anuales antes de la crisis -nueve en 2010- a apenas conseguir colocar en el mercado un par de unidades.

Desde el cierre del 'Showroom' de Rolls Royce en nuestro país, la única forma de hacerse con un vehículo de la firma británica en España y Portugal ha sido a través del proveedor oficial de la marca, Royal Crown Motors. Un socio que tras vivir una mala etapa ha visto como la venta de vehículos de marcas como Bentley, Rolls Royce y otros fabricantes similares está volviendo a repuntar desde 2015. Incluso clientes han viajado a la fábrica de Rolls Royce para traer su vehículo desde allí.

Aunque es imposible generalizar y cada fabricante tiene sus propios análisis, los datos de los concesionarios y proveedores multimarca de coches de lujo parecen invitar al desembarco de estructuras oficiales de nuestro país. Rolls Royce está estudiando regresar a España con una oferta más cercana al público y nuevos socios en Marbella y Barcelona. Otras marcas como Cadillac, que perdió todos sus proveedores en España con la crisis, está muy cerca de anunciar un nuevo distribuidor en nuestro país, mientras que otros proveedores facilitan sólo piezas de recambio.