Isidre Esteve se la 'devuelve' al 'Empty Quarter'; problemas para Checa

La de hoy, si bien se trataba de una especial muy corta –185 kilómetros cronometrados–, era una de las últimas grandes ‘amenazas’ de esta edición del Rally Dakar al ser la segunda parte de la maratón y estar protagonizada por las dunas del temible Empty Quarter.

Pero Isidre Esteve, tras perder ayer más de tres horas por diferentes problemas –quedó enganchado en una duna y el motor de arranque dejó de funcionar–, le ha devuelto la moneda al desierto de Rub al-Jali con una gran actuación que le ha servido para terminar la etapa entre los 25 mejores clasificados; en la general, tras la mala fortuna de ayer, está 35º.

Para Laia Sanz también ha sido una buena etapa. Es cierto que el resultado –49ª posición– no es espectacular, pero esto se debe a que ha perdido en torno a 20 minutos entre el primer y el segundo ‘waypoint’ al quedar enganchada. No obstante, el ritmo a posteriori era muy parecido al de Isidre.

"Estamos muy contentos de cómo lo hemos hecho hoy, aunque el resultado no lo refleja. Hoy hemos salido con más ritmo que ayer, pero cuidando el coche, que ya lo teníamos un poco tocado de la primera parte de la maratón", ha comentado Laia tras la Etapa 12.

"Hemos ido muy bien y hemos superado todas las partes complicadas, aunque nos hemos enganchado en un sitio que no era difícil para no darle a un Can-Am. La pega es que el gato hidráulico no funcionaba y hemos tardado un poco más de lo normal, pero estamos satisfechos", ha agregado.

La peor suerte se la ha llevado hoy Carlos Checa. El piloto catalán ha sufrido una avería como la de Isidre ayer y no podía arrancar su coche –ha estado parado tres veces–. Ha podido terminar, aunque con casi dos horas de pérdida respecto al ganador. En la general, eso sí, está en el 33º puesto.

"Íbamos muy bien, pero en una maniobra se ha calado el coche y se ha roto el arranque motor, no podíamos arrancar. Luego hemos tenido otro problema con el cambio, se nos ha roto y con bastante ruido hemos podido llegar al final. Ha sido una satisfacción brutal poder llegar al final, no podíamos parar el coche y no sabíamos si el cambio se iba a romper del todo", ha dicho Checa.