¿Es de locos comprarse un Diesel en 2025? Probamos el Alfa Tonale de 130 caballos en un viaje de 1.200 kilómetros

Sin duda, las vacaciones son un reto importante para cualquier coche. Para las de Navidad, debido a que teníamos por delante un buen número de kilómetros, cambiamos nuestros habituales coches eléctricos por un Diesel. ¿El motivo? Teníamos que ir de Valencia a Sevilla en un día, en familia y sin sobresaltos, así que no hay mejor elección. Rebuscando en la lista de candidatos vimos que no habíamos probado el Alfa Tonale con esta mecánica, y qué mejor que un SUV compacto para poder viajar en familia.

No es el único Diesel del mercado, ni mucho menos, y aunque han desaparecido en los coches pequeños y urbanos y también en muchos compactos –aunque Stellantis y el grupo Volkswagen sí que los ofrecen–, donde tienen sentido es en modelos de cierto tamaño y poca aerodinámica, como los SUV. Aún quedan varios en el mercado con este tipo de motor, sobre todo entre las marcas premium ya que BMW, Audi o Mercedes todavía venden muchísimos Diesel.

ALFA APUESTA POR EL DIESEL

El Alfa Tonale se convierte, por poco más de 40.000 euros, en uno de los SUV Diesel más baratos del mercado. El modelo se diseñó antes de que Alfa y todo el grupo Fiat-Jeep se unieran al grupo Stellantis, así que el motor de este modelo es italiano, no francés, una ventaja en cuanto a fiabilidad hoy en día. Se trata del 1.6 litros derivado de los famosos JTD y Multijet de Alfa Romeo, precursora de la inyección directa que tantas alegrías nos dio a los conductores que hacemos muchos kilómetros. En esta última versión tiene solo 130 caballos, lo cual es poco, pero las normas anticontaminación obligan, así que nos tendremos que ‘conformar’ con menos de 200 km/h de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 en 10,9 segundos, en lo que tiene mucho que ver la caja de cambios automática de seis marchas. Sus ‘hermanos’ Stelvio y Giulia también se ofrecen con un Diesel, pero de 160 o 210 caballos y tracción trasera o total.

El coche es atractivo, con unos faros delanteros y pilotos traseros de formas lobuladas realmente únicos, un buen acabado en su pintura, tonos mate en muchas piezas y bonitas llantas, pero no tiene la pinta de vanguardista que lucen sus rivales. Nos gusta más tanto su hermano mayor, el Stelvio, mejor proporcionado, como el pequeño Junior, mucho más atrevido.

INTERIOR: CONFORT SÍ, PERO…

Por dentro se repite esta sensación. Volante, palancas y acabados son muy atractivos, pero falta algo de vanguardia, algo que sitúe a este Alfa en otro nivel con respecto a la competencia, como marca premium que es. Las pantallas son pequeñas y, aunque se leen muy bien, no estamos ante lo último en tecnología, como muestran algunos elementos ‘irritantes’ como el muy alto sonido de los avisos de velocidad, muy difícil de desactivar, un móvil que, en nuestro caso, hay que enganchar al coche cada vez que entramos, o unos modos de conducción que hay que ‘reelegir’ cada vez que subimos al coche. El confort raya a gran altura, eso sí, y el coche es cómodo, pero no muy amplio, y lo mismo podemos decir del maletero. 

EN TOTAL… ¡CASI 2.000 KILÓMETROS!

Nos vamos de viaje y, tras realizar el Madrid-Valencia de todas nuestras pruebas, ponemos rumbo a Sevilla. Llenamos el depósito —a 1,32 euros el litro— y afrontamos 650 kilómetros para los que el navegador señala que tardaremos 6 horas y media. Y así lo hacemos. Emprendemos camino a media mañana con el objetivo de llegar antes de que anochezca. A un ritmo vivo pero no alto, y parando media hora a comer unos bocadillos, nos plantamos en Sevilla sin que se haya encendido ni siquiera la luz de reserva: 650 kilómetros sin repostar y con una parada. El promedio es de seis litros, y el dato es importante porque antes estos coches hacían este recorrido con un litro menos. Ahora, con el AdBlue, que exige mayor consumo de combustible, el ahorro no es tanto. Lo que sigue sin cambiar es que es poco sensible a la velocidad; si vas ligero, el consumo apenas cambia con respecto a ir más lento.

UNA CONDUCCIÓN MÁS ALFA

El Tonale se mueve con tracción delantera y un cambio de doble embrague de seis marchas. Curiosamente, su pariente mecánico es un Jeep, nada menos que el Compass, que está en el final de su vida comercial, con el que comparte implantación mecánica y plataforma. Alfa la ha modificado a fondo, y entre las novedades hay una suspensión de dureza regulable que hace que, en tramos de curva, este coche se sienta ‘muy Alfa’, con mayor precisión de dirección e incluso frenada, aunque no es un coche veloz, ya que el motor no tiene potencia como para apurar las posibilidades del chasis, y por eso también Alfa lo ha hecho confortable para el día a día, aunque no sea ‘blandito’.

DIESEL ¿SÍ O NO?

De vuelta a nuestro viaje, el combustible aún nos da para ir a Cádiz, realizando algo más de 730 kilómetros antes de repostar. Lo hacemos a 1,24 euros el litro y ponemos rumbo a Valencia. El resultado es similar: unos seis litros cada 100 kilómetros, con un coste de unos 50 euros —49, si queremos ser exactos—. Con un híbrido, que consumen también unos seis litros cada 100 kilómetros, habríamos gastado unos 60 euros, y con un gasolina, entre 70 y 75 euros, dependiendo del ritmo. ¿Vale la pena un Diesel? En el caso del Tonale, 2.500 euros más caro que el gasolina, tardaríamos algo más de 100.000 kilómetros en amortizarlo, y además el Diesel tiene etiqueta C y el gasolina la ECO, así que el gasolina sería mejor elección.

¿Quiere decir eso que no interesa un Diesel en 2025? Quiere decir que cada vez menos. En coches pequeños y compactos ya no es la mejor opción si vamos a velocidades legales. En los SUV más grandes, como el propio Alfa Stelvio, Mercedes GLC o GLE, BMW X3 o X5 o Audi Q5 o Q8, el Diesel sí puede ser mejor opción, ya que tienen un gran agrado de conducción, buenas prestaciones y etiqueta eco, aunque tengan también el peligro de las averías del AdBlue.

DESDE 38.000 EUROS

En cuanto al Tonale, hay dos versiones: Sprint por 38.000 y Veloce, equipado con cuero, asientos y volante calefactables, portón eléctrico y muchos detalles más, por 43.000 euros, precios muy competitivos en esta clase, aunque al coche le hace falta un ‘refresco’, con un exterior más Alfa Junior y un interior un poco más vanguardista o que, al menos, elimine alguno de los detalles que enturbian la experiencia de uso diario.