Lotus, ¿tocada de muerte con los aranceles? Su plan de expansión peligra y llegan los despidos

Un ejemplo muy claro es Lotus, que se despidió para siempre de los motores de gasolina en verano de 2021 con la presentación del Emira, su último coche con esta tecnología. Desde entonces ha lanzado el Eletre en 2022 y el Emeya en 2023, ambos completamente eléctricos. Y el Type 135, previsto para 2025, seguirá su mismo ejemplo porque ahora mismo en Hethel no contemplan ninguna alternativa.

Con todo esto, la marca que en su día fundó Colin Chapman registró las mejores cifras de venta de su historia en 2023: 6.970 unidades con un 62% de ventas eléctricas. E inmediatamente presentó unos planes para 2024 especialmente ambiciosos que pasaban por multiplicar esta cifra por cuatro, hasta llevarla a 26.000. Unos meses después, sin embargo, en Lotus se han visto obligados a revisar sus estimaciones.

El nuevo objetivo de Lotus es terminar el ejercicio con 12.000 coches vendidos. Prácticamente el doble que en 2023, aunque la mitad de los previstos originalmente, y con el asterisco de que el primer semestre ha sido prácticamente calcado al del último ejercicio, lo cual hace que esta nueva previsión también se tambalee. El motivo de este reajuste no es otro que la imposición de aranceles tanto en Europa como en Estados Unidos, donde una de las últimas medidas del gobierno de Joe Biden ha sido impulsar un impuesto del 100% a los coches chinos de importación.

Y es que, aunque todos pensamos en Lotus como una marca británica con una gran tradición en las carreras, lo cierto es que a día de hoy su propietario es el gigante asiático Geely. Y su producción está dividida entre la fábrica 'de toda la vida' en Hethel, Inglaterra, y una nueva factoría especializada en coches eléctricos en Wuhan, China. Esta última es susceptible a las tasas de importación que se preparan en occidente.

En Hethel es donde nacen el Emira de gasolina y el hiperdeportivo eléctrico Evija, y también es donde se trabaja en el desarrollo de un futuro Type 135 que llegará en 2025 para convertirse en el nuevo deportivo 'generalista' de la marca. Será el relevo eléctrico del Emira y ya se ha confirmado que su fabricación tendrá lugar en el Reino Unido.

Como las ventas no avanzan según lo previsto y la empresa no sale de pérdidas –86 millones de libras en 2021, 145 millones en 2022, 593 millones en 2023–, los gestores de Geely tienen la calculadora en la mano para arañar costes. Y esto pasa por efectuar un segundo recorte de plantilla en su fábrica de Hethel, que el año pasado ya perdió a 200 trabajadores y en este 2024 perderá 200 más.

El Eletre y el Emeya eléctricos han tenido una buena acogida, como queda demostrado en el hecho de que las cifras de ventas de 2023 sean las mejores en toda la historia de la marca. Pero estos dos coches nacen en Wuhan, en China, y su futuro comercial en Europa y Estados Unidos es incierto ante la aparición de los aranceles de importación. Si Geely no cambia nada, es posible que Lotus nunca dé el salto cualitativo que le habían prometido en su momento –hasta 150.000 coches vendidos por año–.