Doohan revela que el test de Alpine junto a Schumacher le causó una "extraña" sensación

Esteban Ocon no continuará en Alpine la próxima temporada y eso abrió un nuevo hueco en la parrilla de 2025. Candidatos al asiento había varios. No obstante, los favoritos siempre fueron dos: Jack Doohan y Mick Schumacher.

Casualmente, ambos son amigos desde la infancia por la relación que tenían sus padres. Michael Schumacher y Mick Doohan se llevaban tan bien, que el 'Káiser' decidió ponerle Mick de nombre a su hijo por el múltiple campeón del motociclismo.

El caso es que llegado el momento de ver quién debía sustituir a Esteban Ocon en Alpine la próxima campaña, los de Enstone realizaron un test en Paul Ricard con Jack Doohan y Mick Schumacher a los mandos del A522 en julio. El australiano ha reconocido que tuvo una sensación "extraña", ya que, a fin de cuentas, lo que estaba haciendo era 'competir' por un lugar en la máxima categoría junto a uno de sus mejores amigos.

"Fue extraño. En mi caso, me limité a mis asuntos, no pensaba en otra cosa que no fuera, al fin y al cabo, subirme al coche y pilotar tan rápido como pudiera", ha reconocido en palabras que publica Motorsport.com.

"No importa quién esté a mi lado. No significa que vaya a ser diferente fuera del coche, pero cuando me subo, tengo la mentalidad de ir lo más rápido posible. Sea cual sea el resultado de eso, creo que me posicioné para asegurarme de ser el primero en la lista para conseguir el asiento, independientemente de quién estuviera a mi lado",

El elegido de Alpine finalmente ha sido Jack Doohan. La paciencia, como bien subraya él mismo, ha sido clave durante el camino que le ha llevado a poder convertirse en piloto titular. De todos modos, es consciente de que, sin haber corrido riesgos en determinados momentos, quizá nunca habría cumplido su sueño de convertirse en uno de los veinte protagonistas de la Fórmula 1.

"Después del primer trimestre del año, supe que había, digamos, una 'liebre' que perseguir... una posibilidad de que pudiera luchar por un asiento. No había una tarea dada, había mucha gente que aún no tenían contrato y muchas cosas en marcha, así que tuve que ser muy paciente, esperar mi momento, alimentar mis oportunidades y asegurarme de que maximizaba mi potencial cada vez que me ponía al volante", relata.

"Estoy agradecido de que la paciencia diera sus frutos, al igual que no correr, porque eso es un riesgo. Pero, potencialmente, si no hubiera corrido ese riesgo, esto no habría pasado", ha sentenciado Jack Doohan.