¿Una fábrica maldita? Cuatro muertes y una investigación abierta de la policía

En la remota localidad de Skellefteå, a unos 800 kilómetros al norte de la capital Estocolmo, se encuentra una de las principales gigafactorías de baterías de toda Europa. Ya lleva un par de años en marcha y, cuando esté a pleno rendimiento, se estima que tendrá una capacidad de 60 gigavatios hora, equivalente a un millón de coches por año. Northvolt quiere convertirse en el mayor productor de baterías de todo el continente y ha atraído cerca de 20.000 millones de dólares entre inversores y ayudas públicas desde 2015.

De un tiempo a esta parte, sin embargo, esta fábrica se ha convertido en la protagonista de una gran historia de misterio por la muerte de cuatro de sus empleados. Personas aparentemente sanas que han perdido la vida fuera del entorno laboral por motivos que se desconocen y que han motivado que la policía sueca abra una investigación para tratar de esclarecer los detalles. Las cuatro víctimas tan sólo tenían en común que iban a trabajar a la planta de Northvolt en Skellefteå.

El primer caso ocurrió en enero de 2024. Se trataba de un hombre de 33 años que trabajaba como encargado de la limpieza. Lo encontraron muerto en su cama después de cumplir un turno en la fábrica.

Tan sólo un mes después, en febrero, un chico de apenas 19 años también fue encontrado muerto en su cama después de una jornada de trabajo.

El tercer caso pasó en junio. En esta ocasión, se trataba de un hombre de 59 años que perdió la vida en el balcón de su casa.

Esto motivó una reacción de la policía, que dijo que sus averiguaciones no permitían conectar a los tres hombres entre ellos más allá de su lugar de trabajo. El informe de los forenses tampoco arrojó luz sobre las causas de ninguna de las tres muertes, más allá de existe la sospecha de que uno de los tres hombres pudo quedar expuesto a algún tipo de material peligroso.

Pero hay más: este agosto se ha sabido que en julio murió un cuarto empleado y que otro trabajador enfermó de gravedad. Las autoridades los han incorporado a su investigación, aunque de momento aún no se puede explicar a ciencia cierta qué es lo que ha ocurrido.