Alpine sigue sin levantar cabeza

La temporada de Alpine no despega. Es más, parece que sigue en el hangar sin pasar a la pista para intentar el despegue. Las mejoras, pequeña que trajeron a Suzuka no tuvieron incidencia alguna en el resultado.

Y lo más grave: los franceses tampoco tenían chasis de recambio en Japón, algo que salió a la luz a raíz de que Williams sufriera ese problema en Australia y decidiera reparar el que dañaron en Australia porque tampoco podría tener listo el tercer ejemplar para Japón.

Tras dos temporadas marcadas por el descabezamiento de la cúpula, está claro que el A524 de este año ha nacido mal. Las primeras evoluciones no parecen funcionar y seguro que en la dirección del Grupo Renault se deben estar haciendo muchas preguntas y que la presión sobre el actual responsable, Bruno Famin, debe ser cada vez más intensa.

"Hemos dado un paso adelanta en la clasificación, pero no estamos donde deseamos en carrera. Hay mucho que trabajar", admite Pierre Gasly. El piloto señaló que fue gracias a una estrategia agresiva que lograron mantener el contacto con los demás, pero no era suficiente para nada más. "Incluso hemos hecho un paso atrás en ritmo de carrera", añadió. Es decir, no ha habido ‘mejoras’ sino ‘peoras’.

Aunque los pilotos quisieran ser positivos, está claro que la falta de competitividad y ausencia de progresos hace mella en su ánimo. No es la mejor forma de afrontar negociaciones de renovación de contrato; ambos miran alrededor, pero tampoco parece que haya muchas más opciones… al menos hasta que las piezas clave se coloquen.

Bruno Famin había hablado la víspera, tras la clasificación, que los pilotos parecían satisfechos con las evoluciones. Pero no creo que tras la carrera pueda hacer el mismo juicio… aunque tiene una explicación: "los coches resultaron dañados por pequeños toques en la segunda salida". Gasly cree que su toque con Tsunoda le costó 30 puntos de carga aerodinámica y tanto él como Ocón valoran que al menos hicieron dos buenas salidas.