Lamborghini 350 GT: 60 años de un coche que me hizo soñar

Ferruccio Lamborghini decidió ampliar su sus negocios –fundamentalmente tractores agrícolas– al segmento de coches deportivos de lujo simplemente para demostrar a Ferrari que otros también podían hacerlo, incluso hacerlo mejor. Y lo hizo con un puñado de 'tránsfugas' de Ferrari, ingenieros míticos de los inicios del Cavallino: Giotto Bizarrini, GianPaolo Dallara, Paolo Stanzani y Franco Scaglione.

Lamborghini era cliente de Ferrari. Tenía un 250 GT que usaba normalmente pero estaba harto de las continuas y costosas revisiones. Hasta que un día descubrió que el embrague de su Ferrari era poco más o menos como el que él montaba en sus tractores.

Furioso, le dijo a Enzo que no sabía hacer coches y que gastaba una fortuna reparando coches hechos con sus piezas. Ferrari le respondió que sus coches eran buenos "y el único problema es que sólo sabes conducir tractores, no coches". Ese día tomó la decisión.

El primer prototipo se hizo en sólo seis meses, para el Salón de Turín de 1963, pero el primer modelo de serie fue presentado hace ahora 60 años en el Salón de Ginebra de 1964.

No tardó mucho en llegar a Barcelona. Había uno expuesto en un concesionario/importador en la calle Mandri, prácticamente enfrente del Bar Mandri que durante muchos años fue cita obligada del aperitivo nocturno o del café después de cenar de muchos pilotos y aficionados jóvenes.

Recuerdo pasar horas frente a él. Algunos días que volvía del colegio andando hacia casa me desviaba unos metros del Paseo Bonanova para mirar el escaparate. También cuando iba o volvía de ver a mis abuelos, que vivían a 200 o 300 metros de ese local.

Era verde, creo recordar. Y a su lado había un De Tomasso Vallelunga plateado. Mucho más pequeño, con motor central, menos potente, más ligero, mucho más bajo, más racing.

Sentimientos encontrados. No sé cual de los dos me gustaba más. Yo tenía por entonces 14 años. Leía Autopista y Velocidad, creo que Fórmula todavía no existía. Y en la Plaza Sarriá, punto obligado de paso para ir al colegio había una quisoco-librería que recibían L'Automobile y Sport Auto, de obligada lectura mensual. Y también L'Equipe, que por entonces publicaba al menos dos páginas diarias de motor, automóvil preferentemente.

Todo esto antes de que Lamborghini presentara el Miura. No estaba muy seguro de este modelo Ferruccio. Él no quería coches de carreras, sólo grandes coches de carretera, pero era rompedor para los estándares existentes. Iba mucho más allá de Ferrari. Y sus ingenieros estaban por la labor: para algunos de ellos las carreras eran pasión.

La verdad, yo desde que ví el Miura soñé con ver un Lamborghini en Le Mans. Este año, 60 después de la presentación del primer Lamborghini, por fin veré un 'Lambo' en las 24 Horas.

Era puro embrujo el Miura. Fue la clave del futuro de Lamborghini. Pero lo confieso, el 350 GT, el 400 GT y el 400 GT 2+2 me siguen emocionando.