Palou no dio opción a sus rivales en Thermal Club y se embolsa medio millón de dólares

Una actuación magistral de la que sus contrincantes habrán tomado nota, una declaración de intenciones muy clara de que va a por la tercera corona y que le reportó un precio de 500.000 dólares, mientras que Scott McLaughlin se embolsó 350.000 y Felix Rosenqvist 250.000.

Palou dominó claramente su manga eliminatoria y lo hizo asimismo en los dos segmentos de la final. Impuso su ritmo y nadie puedo inquietarle. Sólo McLaughlin se mantuvo relativamen tte cerca del catalán. La mejor muestra de su dominio estiuvo en la vuelta rápida; no sólo fue el único que en carrera bajó de 1’42”, sino que relegó a vueltas rápidas de los rivales a más de medio segundo.

Posiblemente la clave de su dominio la dio el sábado en la Clasificación cuando jugó fuerte, a lo grande. Una bandera roja final le dejó dos opciones; anular su tiempo y jugárselo todo en un último intento o quedarse con el crono que tenía, que le dejaba en en sexta posición de parrilla. Se la jugó y logró la pole.

Tras dominar su semifinal, Palou arrancó la gran final desde la pole y desde el primer momento abrió un hueco sobre Félix Rosenqvist y Marcus Armstrong; en su batalla, estos dos se vieron sorprendidos en la tercera vuelta por Scott McLaughlin. El australiano intentó en varias ocasiones acercarse a Palou, pero Àlex controló el ritmo sin forzar.

“He tenido un coche increíble. Me siento superorgulloso de este fin de semana. De hecho ha sido un fin de semana increíble”, señaló Palou, quien dijo que su mayor sorpresa fue ver como sus rivales “conservaron sus gomas en las diez primeras vueltas”, de una forma exagerada.

Palou, cuyo coche llevaba esta vez el color verde de Ridgeline en lugar de los de DHL que lleva en las pruebas puntuables, dio una lección de como ir muy rápido y a la par conservar las gomas,

Colton Herta, que comenzó último la gran final, lo exagero todo al punto de que en la primera vuelta ya había cedido 12 segundos, confiándolo todo al último segmento final. Agustín Canapino, que ha tenido en esta prueba su mejor actuación de Indycar, y Alex Rossi le imitaron rápidamente, así como Rahal, Lungaard y Fittipaldi

Tras la neutralización de diez minutos tras la vuelta 10, como estaba previsto, todo iba a jugarse en las últimas diez vueltas. Palou no se dejó sorprendente en la nueva arrancada y fue ampliando su ventaja sobre McLaughlin, para alejarse del australiano y conseguir una ventaja de seis segundos.

Los cuatro de cabeza, que habían mantenido buen ritmo, siguieron atacando, pero Palou no les dio opción. McLaughlin era cómodo segundo con Rosenqvist y Armstrong justo detrás, pero Colton Herta supo sacar partido de sus gomas frescas pesea a arranar desde el fondo para acabar en cuarta posición, tras suèrar a Armstrong justo al final.

Colton Herta había logrado la quinta plaza, tras superar a Linus Lunqvist en los compases finales. Ambos se beneficiaron de un contacto entre Newgarden y Rossi, después de auq eambos intercambiaran posiciones muy rápidamente.

De hecho, Palou aplicó en ambos segmentos la táctica de su semifinal, que controló de forma clara. Tenía la pole, se colocó líder y mantuvo un ritmo al que sólo Marcus Armstrong se pudo acercar, que no seguir. Vuelva a vuelta, el catalán fue ampliando su ventaja hsta alcanzar los cinco segundos al final de las 10 vueltas.

La otra semifinal, la primera, fue ganada por Rosenqvist pro delante de McLaughlin.

Entre los que no llegaron a la final hay que contar Scott Dixon y Romain Grosjean, envueltos en un espectacular toque en la primera semifinal, que pudo haber sido muy peligroso porque Grosjean atravesó la pista cruzándose al pelotón y llevádose por delante a Veekay; Lungaard también bue baja en este incidente. O Pato O’Ward y Will Power.

En suma, una carrera curiosa. Dos carreras sprint para clasificarse y una carrera en dos segmentos, en la que el primero sólo servia prácticamente para configurar la parrilla del segundo y definitivo.