Ford y General Motors podrían unir fuerzas para acelerar los coches eléctricos

Han sido los directores ejecutivos de ambos grupos, Jim Farley y Mary Barra, los que han admitido esta posibilidad durante una jornada de conferencias sobre coches eléctricos organizada por Wolfe Research. No se han referido abiertamente el uno al otro, pero eso es algo que parecía flotar implícitamente en el ambiente.

Lo hicieron de forma separada durante sus respectivos discursos. "Si hay manera de asociarnos con otros fabricantes, especialmente en tecnologías que no están orientadas al consumidor, y ser más eficientes en I+D, lo haremos", dijo Barra, quien admitió que está asociación debería tener inversiones conjuntas.

Jim Farley puso de relieve esta posibilidad, sobre todo para reducir el costo de las baterías, que es uno de los grandes hándicaps actuales.

En realidad, la industria del automóvil se encuentra ante un dilema: las baterías tardan mucho tiempo en recargarse y ello no gusta a los conductores. La alternativa es ofrecer packs de baterías de gran capacidad, pero ello implica sobrepeso de los coche y también cierta pérdida de volumen útil. Esta solución, además, grava de forma notable el precio de los vehículos eléctricos, amén de hacerlos dependientes, al menos por ahora, de una serie de materias primas que por ahora dependen mayoritariamente de algunos países como China y países que en ocasiones están tensionados políticamente.

En Estados Unidos son conscientes de lo que está haciendo BYD. La marca China está penetrando muy rápido en Europa y Sudamérica y sino que pronto tendrá fábricas en Europa y México. Temen que otros grandes grupos sigan el mismo camino y dan un dato: el 25% del mercado mexicano está en manos chinas.

Las marcas americanas –también alguna europea– cree que China de alguna forma está subsidiando esta ‘invasión’, lo que le permite ofrecer a sus marcas precios muy económicos y esto podría costar entre el 20% y el 30% de los ingresos.

En cualquier caso, los costos de producción en China pueden ser un 30% inferiores a los de Estados Unidos. Pese al coste del transporte, las ventajas competitivas serían muy evidentes.

Los fabricantes americanos se han lanzado al eléctrico en los segmentos que para ellos son clave en Estados Unidos, los ‘pickup’, pero tras unos inicios espectaculares, parece que ha habido un importante parón hasta el punto de cancelar algunos planes y ralentizar producción de modelos que parecían apuntar a un éxito espectacular.

Ford ha obtenido beneficios, pero estima que perderá hasta 5.500 millones de dólares en sus coches eléctricos. Por el contrario, BYD con su Seagull, coche pequeño para los estándares norteamericanos, ,está teniendo gran éxito en el mercado.

Pero la preocupación básica está en las baterías. La idea es buscar socios para que las células cilíndricas sea comunes "y podríamos hacerlo con otro fabricante de automóviles".

BYD puede producir su pequeño Seagull por entre 9.000 y 11.000 dólares en materiales, dijo Farley. El analista de Wolfe Research, Rod Lache, dijo que estima que los costes de producción chinos son un 30% más bajos que los costos de los fabricantes de automóviles occidentales. 

El desafío al que se enfrentan los dos fabricantes americanos es a desarrollar vehículos eléctricos nuevos y asequibles. Pero Farley dijo que deberían "ser rentables en los primeros 12 meses. Si no podemos ganar dinero con ellos, no los lanzaremos".

Farley dijo que ha ordenado a los ingenieros de Ford que desarrollen un vehículo eléctrico nuevo y asequible, "y hay que ganar dinero en los primeros 12 meses. Si no se puede ganar dinero, no lanzaremos el coche".