2010: cuando el Rally de Montecarlo renunció al WRC

En lugar de apostar por el Europeo, Montecarlo se apuntó al I.R.C. la Intercontinental Rally Challenge, abierta a los coches de S2000 -el equivalente a los actuales Rally2- que promovía Eurosport que, además, proporcionaba cobertura televisiva. El Príncipe de Asturias estuvo en el calendario de aquel año y el Canarias-Corte Inglés le sucedería en las siguientes temporadas.

En aquel 2009, hace ahora 15 años, fue la primera victoria de Sébastien Ogier en el Rally Montecarlo con un Peugeot 207 S2000. El campeonato, sin embargo, fue para Kris Meeke.

Ya entonces se hablaba del desmesurado coste de los coches ‘gordos’ del Mundial, reducidos a Ford, Citroën y algún Subaru ‘superviviente’.

El A.C.M. estaba convencido de que el futuro eran los S2000 y prefirió seguir en el IRC a reintegrarse en el Mundial. No sólo eso, a inicios del 2010, se tenía el convencimiento de que el Mundial iba a ser para los S2000. Además, el IRC dejaba al organizador mucha libertad en el desarrollo de la prueba y los organizadores monegascos aumentaron de 365 a casi 400 kilómetros de especiales.

Los S2000 no sólo eran más baratos, sino que había 8 marcas involucradas en lugar de ‘2 y media’, contando los Subaru. Pero incluso así había más WRC porque aún había privados que podían permitírselo.

Una situación, en el fondo, muy similar a la actual. Para 2012, Citroën sustituyó a Peugeot. Ford se involucró con el Fiesta. Llegó Prodrive con Mini y sobre todo Volkswagen. El Mundial cogía aire y el Montecarlo se reintegró en el WRC ese mismo año.