Carlos Sainz y la aventura Audi: “En tres años de vida de piloto, te pasan de todos los colores”

El ambiente era festivo desde la previa, aunque los periodistas estuviéramos allí para trabajar. Carlos Sainz y Lucas Cruz iban a compartir con nosotros, y por ende con ustedes, sus sensaciones después de sellar su gesta: ganar su cuarto Dakar, el primero para Audi y también el primero con un coche cuyas ruedas se mueven con motores eléctricos, un concepto novedoso en competición y de enorme complejidad para atravesar el desierto durante 15 días a un ritmo endiablado.

En el aeropuerto, ante unas 200 personas, ya habían tenido una muestra del cariño del público y, cuando han subido al escenario visiblemente felices ante unos 70 profesionales de la información, un aplauso ha inundado el Audi Center Madrid Norte. Una vez sentados, quien escribe estas líneas ha cruzado la mirada con ‘Matador’ y con un gesto de cabeza le ha dicho “vaya hazaña”, para recibir el mismo gesto y una sonrisa como respuesta. El ambiente ha sido muy distendido, aunque sepulcral el silencio cada vez que han hablado los ganadores, de principio a fin de la larga rueda de prensa.

Presentes, además de Carlos y su copiloto Lucas Cruz, estaban también la abnegada esposa de Carlos, Reyes –“es inagotable”, nos dijo–, su sempiterno manager Juanjo Lacalle, el director del Karting Carlos Sainz –“me estoy empezando a calmar ahora”, ha afirmado, todavía un poco desencajado–. La sensación era que incluso los más allegados tenían que asumir todavía la dimensión de la gesta y la vitalidad que desprendía un Carlos dispuesto a disfrutar de la victoria. Lucas estaba tranquilo, como siempre, pero quizá más suelto ante el micro: ha soltado incluso algún ‘taco’ para contar las vicisitudes en un Dakar rápido, tenso y difícil: “uno de los más duros de la historia”, lo describía Carlos.

El escenario era el mismo donde se celebró el primer encuentro nacional con medios para el proyecto Audi Dakar en septiembre de 2021. Entonces dijo Carlos Sainz que llegaba a Audi para intentar hacer “algo especial, diferente, algo que nadie ha conseguido”. Dos años y cuatro meses después, Audi, Carlos y Lucas lo han logrado.

Los retos han sido extraordinarios. Tanto que alguno de sus rivales se aventuró a decir que iban a durar “tres días” en carrera. Fue Nasser Al-Attiyah, el cinco veces ganador del raid más duro del mundo, tradicionalmente lenguaraz y que terminó por abandonar la carrera. Pero muchos otros también lo pensaban sin decirlo. Un coche demasiado complejo el Audi RS Q e-tron, incluso después de dos ediciones disputadas. Recordemos que se trata de un coche propulsado por motores eléctricos de origen Fórmula E, alimentados por corriente guardada en una batería que a su vez se carga mediante un motor térmico tetracilíndrico importado directamente del antiguo DTM. Fácil, desde luego, no era. “No le contestamos entonces y tampoco vamos a hacerlo ahora. La respuesta está encima de la mesa”, remachó Sainz, señalando hacia los touaregs.

Nadie podrá tampoco decir que Audi ha ganado “porque tenía que ganar”, esto es, que ha contado con un especial apoyo de las autoridades deportivas vía reglamento. Nada más lejos de la realidad. Tuvieron que pelear a brazo partido con el mismísimo presidente de la FIA, Mohammed ben Sulayem, para conseguir acercarse a sus principales rivales en relación peso-potencia, ya que el Audi es el único coche bajo reglamento T1.U, y pesa 100 kilos más que los rivales. Para compensar, el año pasado recibieron un pequeño extra de potencia y otros 15 kilovatios antes de empezar el Dakar 2024. Carlos dijo entonces que “se conformaban” pese a que no se consideraban todavía en estricta igualdad con los coches T1+.

Sin embargo, una ejecución de carrera simplemente perfecta y una fiabilidad por encima de lo que todos los ‘cenizos’ vaticinaron les ha llevado a lo más alto del Dakar, a reinar de nuevo en el desierto.

“Yo he visto de qué pasta están hechos los héroes”, ha dicho José Miguel Aparicio, el director general de Audi España, en referencia a la recuperación y preparación de Carlos Sainz para el Dakar de este año tras el serio accidente sufrido el año pasado, en el que se rompió dos vértebras.

Ya con el turno de preguntas abierto, esta cabecera ha sugerido a Carlos que éste quizá ha sido un Dakar ganado con más estrategia y gestión que otros, algo visible en que no había ganado etapas como sí lograron en sus anteriores triunfos absolutos. Sin embargo, el piloto se ha aprestado a desmentirlo: “No ha habido gestión. No hemos ganado etapas por cuestiones de fortuna”, para detallar luego con pelos y señales cómo han tenido que ‘apretar’ en muchas fases de la carrera para recuperar terreno rápidamente tras perder distancia por pinchazos, por ejemplo. Al término de su razonamiento, ha rematado con: “el Carlos de hace diez años se hubiese encontrado en una circunstancia muy similar”. Más tarde incluso ha recordado que “esto no es el Dakar antiguo, se va muy rápido” y que “cuando ganas por una hora y 20 minutos es que has hecho las cosas bien. Hemos tenido suerte, hemos hecho bien la estrategia y, lo más importante, hemos corrido más que nadie. Hubo una ocasión en que recuperamos dos minutos a todos en ciento y algo kilómetros. Cuando había que correr, hemos corrido”.

Se ha hablado poco del futuro deportivo de Carlos, o más bien el piloto no tenía respuesta a las lógicas preguntas de los medios en este sentido. Sin embargo, la rueda de prensa ha sido especialmente interesante, por los detalles en los que han entrado tanto Carlos como Lucas, y por sus visibles ganas de compartirlos. Los tiempos de cambio de rueda, por ejemplo: el menor tiempo para completar la operación de cambio de estas ruedas de 50 kilos en carrera ha sido de 100 segundos, y el peor de cuatro minutos.

Para Lucas, su piloto no ha escatimado en halagos: “Ha hecho un trabajo, bueno no, fantástico. Para mí, el mejor Dakar que ha hecho conmigo, de largo. Lo ha hecho tan bien porque es el Dakar en el que más ha regañado, en plan cariñoso. Muy claro, muy conciso”. O sea, que cuando sabía que tenía razón en la navegación la hacía valer.

Y tampoco se han ocultado las dificultades, como las que tuvieron para poner en marcha el coche por primera vez: “El día que conocimos el proyecto… hombre, es Audi y confías; pero el primer día que nos subimos en el coche, me monto para salir, ponemos la D, vamos a arrancar… y se para. Estuvimos un día y medio esperando para hacer ese primer metro. Ha sido de locos que funcione todo, no ha sido fácil, ha habido muchas primeras veces, y en cada primera vez teníamos un problema. Tres años después, bastaba una nueva ‘primera vez’ para que se acabase el sueño de ganar el Dakar con Audi”.

Ha habido bromas, como cuando se ha hablado de lo difícil que va a ser guardar en el Museo de Audi Sport al RS Q e-tron: “Si lo quieren mantener en uso, tendrán que ponerlo en marcha al menos una vez por semana, y van a necesitar varios ingenieros para hacerlo. El ‘main switch’, el secundario, los demás… de verdad que es un coche muy complejo”. También cuando ha hablado del cámper de lujo que le prestó Yazeed Al-Rajhi cuando éste se retiró de la carrera: “Es como una suite del mejor hotel que podáis imaginar. La verdad es que he descansado bien”, ha dicho con una sonrisa, para luego ponerse serio y agradecer el trabajo del reconocido fisioterapeuta Miguel Ángel Domínguez y la tecnología de Indiba, que han sido cruciales en la recuperación de Carlos en este Dakar. “Hay que tirar de todas las herramientas a estas alturas de la película”, ha bromeado de nuevo el campeón.

Se ha hablado de la afilada estrategia en la etapa de 48 horas, tramada entre Carlos, Lucas y su ingeniero Joan Navarro. También del gesto deportivo de Sébastien Loeb cuando arrancó la rueda de su Hunter, que Carlos no entendió: “Vi que hacía un gesto, pero no cuál. Estábamos den una zona muy rocosa donde Ekström también pinchó y con la misma piedra que Loeb. Lo vi después, y es de agradecer el gesto. Lucas me decía ‘creo que ha tenido un problema mecánico, va con el casco quitado’, e hicimos cálculos para darnos cuenta de que estábamos al menos 23 minutos por delante en la general. Pero no sabíamos si lo suyo era cosa de cinco minutos más, media hora o más de una hora como finalmente fue. Arriba del coche sabes tu película, pero no la de los demás”.

Y también se ha hablado de otro Carlos Sainz, Vázquez de Castro, y del proyecto de Audi para la Fórmula 1, pero eso lo contaremos mejor en otra noticia.

Finalmente, interrogado por un compañero de la prensa, Carlos ha resumido estos tres Dakares de aventura con Audi con tres momentos clave: “La primera victoria de etapa en 2022, el disgusto del año pasado pese al que no nos rendimos, y la victoria de este año. Por dar tres momentos. Pero en tres años de la vida de un piloto te pasan de todos los colores”.