El Red Bull de 2024 no ha superado el 'crash test' frontal

El nuevo RB20 fue sometido a esta prueba en el centro técnico de Cranfield, uno de los habilitados por la FIA para las homologaciones y que es el usado por los equipos británicos.

No es un problema grave. Nada que no se pueda solucionar con una o dos capas más de fibra de carbono. Un problema que, sin embargo, no podrá ser resuelto hasta que la fábrica se ponga de nuevo en marcha tras el parón navideño. Pero es un pequeño contratiempo porque retrasa otros trabajos hasta superar la prueba y que la FIA declare homologado el chasis.

Problemas para pasar el crash test son comunes. No hay año que dos o tres equipos deben correr para solucionar algún problema que les ha impedido superar alguno de los ensayos de crash test. A Red Bull le ha sucedido en varias ocasiones.

Todo porque se apura al límite. En este caso para intentar que el peso final del coche esté en línea con el mínimo permitido. Cada kilo de más, es un lastre innecesario… y puede afectar al equilibrio del reparto de masas deseado. Las diferencias pueden ser mínimas, pero en la F1 todo se lleva al límite. Cabe recordar que el pasado año el RB19 estaba ligeramente por encima del peso mínimo, 798 kilos.

A buen seguro, Red Bull tendrá el problema solucionado para Reyes y entonces comenzará el montaje de los chasis definitivos. Normalmente el montaje del primer coche completo requiere de dos a tres semanas. Siempre hay algún detalle a limar o se encuentra algún otro pequeño detalle a mejorar, pese a que el diseño en 3D facilita mucho las cosas.