Dakar 2024: Xavi Foj vuelve a la carga con su Oryx T3

Foj es uno de los grandes veteranos de la prueba. Ésta será su 32ª participación. Desde que debutó, en 1991, ha estado en todas las ediciones, con la excepción de la de 2021, cuando la pandemia puso palos en la rueda de su cita anual.

Ésta será su tercera participación con el Oryx T3, un coche realizado por ASM en Badalona. Fue su copiloto, Nacho Santamaría, quien tuvo la idea y quien, como ingeniero, ha realizado el coche. Nacho le acompañó el primer año; el pasado año quiso descansar "pero este año vuelve, aunque no como copiloto, sino en rol de ingeniero, velando por el coche".

Foj ha hecho el Dakar de todas las formas posibles. Empezó en moto, siguió como copiloto en camión antes de pasar a ser copi de Ramón Dalmau (noveno absoluto) o de Jutta Kleinschmidt. En 1999 pasó a pilotar su propio coche. En 23 participaciones al volante, sólo cinco abandonos, un valor seguro.

"El Dakar exige su ritmo. No es fácil. Si corres mucho, tienes el riesgo de romper, de perder mucho tiempo reparando. Si no corres lo suficiente, quedas muy atrasado", señala. Él es de los que sabe que el primer rival a superar es el terreno, de los que sabe perfectamente que el Dakar no es de quien más corre sino de quien menos se para.

Xavi parece haber encontrado el secreto. Durante años ha querido estar en la categoría ‘de serie’ o ‘de serie mejorados’. Su palmarés se ha forjado ahí, ocho podios consecutivos entre estas dos categorías, entre ellos dos victorias. "Pero el Toyota de serie ya tenía mucho Dakar encima, había que sustituirlo. Por otra parte, las categorías de serie o derivados de serie parecían en vías de desaparición [este año sólo 3 participantes]. Pensar en un T1 era imposible, así que decidí dar el salto a los T3. Ignacio, mi copiloto, era ingeniero y tenía la idea de hacer un coche T3. Era algo apasionante".

"En T3 hay una participación impresionante", señala. Y sabe que su Oryx parte con una desventaja, el peso. "Estamos 200 kilos por encima del límite, de nuestros rivales. Pero es una lección racional. Disponemos de una cabina cerrada, con presión interior para que no entre el polvo. Tiene su precio en prestaciones, pero también ganas que corres de forma más confortable y esto es una gran ayuda para mantener el ritmo", señala Xavi.

También ha apostado por chasis y suspensiones robustas, "porque la gente recuerda la arena y las dunas. Pero las pistas son muy pedregosas, las piedras van aflorando con el paso de los coches. Cada año, cuando dan las indicaciones generales del recorrido, miro los mapas de satélite y me informo sobre la geología del terreno", explica Foj. Todo ello le lleva no sólo a preparar mejor el coche, sino a planificar –dentro de lo posible– el ritmo a adoptar. "Si corres mucho, puedes ganar media hora o tres cuartos, pero si rompes la suspensión pierdes dos. Y si pinchas mucho… te puedes quedar sin rudas de recambio".

"Hemos aprendido mucho en estos dos años. El primer año acabamos el coche muy rápido, la electrónica estaba muy poco desarrollada y perforamos el pistón el segundo día. El año pasado intentamos solventarlo con una electrónica y presión de turbo muy conservadoras y fuimos más justos de prestaciones. Pero para este año hemos querido dar un paso adelante con una mayor evolución de la electrónica, motor y el turbo. Le hemos querido dar más presión al turbo para ganar caballos y compensar nuestro exceso de peso".

En 2022 abandonó; en 2023 acabó, aunque retrasado. "Rompimos un inyector el tercer día; nos quedamos sin uno de los tres cilindros a media etapa, perdimos mucha potencia, perdimos mucho tiempo. Lo malo de cuando pierdes tiempo es que sales muy atrasado al día siguiente y encuentras las pistas ya muy mal y sigues perdiendo tiempo, así que los días posteriores fueron de supervivencia. Pero al final el ritmo fue bueno".

Xavi irá acompañado de Joan Rubí. Habrá un segundo Oryx. "Es el coche que usamos el primer año. ASM se lo quiso quedar para trabajar con él. E hizo un segundo coche para nosotros, que estrenamos el pasado año", explica Xavi. Esta segunda unidad estará en manos de Toni García y Aran Sol. Para Toni, su debut; para Aran, un salto después de dos ediciones en el Dakar Classic.

El pronóstico de Xavi para este Dakar es claro: "La categoría es la más competida, la que tiene potencialmente más ganadores, así que se va a correr mucho, a ir muy rápido. Si luchas por ganar y tus rivales van deprisa, tienes que correr para no quedar descolgado", y ello le lleva a pensar que puede haber una criba importante "porque en cuanto salgamos del Empty Quarter va a haber pistas con muchas piedras y siempre hay alguna escondida que te espera. Puede haber muchas sorpresas".