Jos Verstappen se enfrentó este año a una operación a corazón abierto

Y eso que el neerlandés ha viajado mucho con el de Red Bull a lo largo de la temporada, a pesar de que ya no está tan relacionado con la gestión diaria de los asuntos de su hijo. Además, tampoco ha dejado a un lado su pasión por los rallies, ya que de vez en cuando sigue compitiendo, aunque sea en pruebas de menor nivel. 

"Es molesto que tuviera que hacérmela, pero ya está resuelto", ha explicado a sus 51 años a la revista holandesa Formule 1. "Afortunadamente, fueron capaces de encontrar el problema y ahora me siento en forma de nuevo. Es algo que he tenido toda mi vida y nunca me lo descubrieron, de lo contrario podría haberme ayudado inmediatamente. Pero se puede vivir cien años con ella", ha explicando tratando de quitarle algo de importancia ahora que ya está completamente recuperado. 

"Cualquier operación del corazón siempre genera nervios, claro, porque pueden hacer algo mal y dependes totalmente de otras personas", ha reflexionado. "Pero también tuve una hernia en el cuello hace 20 años, lo que me puso aún más nervioso", ha añadido. 

A pesar de que no le apetecía demasiado tener que enfrentarse a este tipo de operaciones, algo complemente normal porque una intervención quirúrgica genera cierto malestar, ha admitido que le ha servido para valorar aún más la salud. Y también para poder disfrutar de todo lo que le rodea. 

"Pone las cosas en perspectiva y te hace apreciar aún más lo que tienes. Tengo una buena mujer y dos hijos pequeños con los que quiero pasar un tiempo precioso el mayor tiempo posible", ha celebrado. 

También ha podido hablar de la temporada de su hijo. Un año pletórico que ha podido seguir en directo en muchas ocasiones, a pesar de ese problema de corazón. Ha reconocido que a Max Verstappen no le importa que no le aplaudan. "Creo que todo el mundo en el paddock y en el seno de la familia sabe lo bien que lo hace Max. Lo que piense la gente no le importa", ha sentenciado.