Alpine realiza en MotorLand su primer test de resistencia con el A424

Esta pasada semana ha afrontado dos pasos decisivos cara al debut, que debería ser en los 1812 kilómetros de Catar, la primera prueba del campeonato prevista para dentro de 101 días, el 2 de marzo del próximo año, si en esta fase final de preparación todo funciona según lo previsto.

De una parte, un modelo del coche fue enviado al túnel de viento americano de Windshear. De otra, han completado su primer test de resistencia real recorriendo más de 5.000 kilómetros en 30 horas en MotorLand Aragón.

Windshear es la galería de viento elegida por el WEC para homologar los coches de las categorías LMH y LMDh. Se trata de comprobar que los niveles de carga están en las ventanas del reglamento y tener los datos aerodinámicos necesarios para calcular el BoP que les corresponde.

En MotorLand Aragón los trabajos eran otros. El trazado de Alcañiz es el preferido por la mayor parte de equipos de la categoría para sus test de resistencia. Y en este caso el objetivo fijado era al menos 5000 kilómetros en 30 horas, que es el listón a superar con vistas a las 24 Horas de Le Mans.

Para este test, a Charles Milesi, Nicolas Lapierre y Mathieu Vaxiviere se unió Paul Loup Chatin. Parace que Alpine opta por un equipo mayoritariamente francés, aunque se sabe que Ferdinand von Habsburg formará también parte del mismo.

El trabajo de este test fue arduo. No sólo se trabajó en fiabilidad sino también en reglajes y en conocer a los neumáticos Michelin que, como se sabe, en Resistencia hacen stints de 500 kilómetros.

"Hemos querido realizar este test en condiciones lo más parecidas a las que tendremos en carrera. Así hemos simulado incluso algunas situaciones de carrera, como la salida, ir tras un safety car o un periodo de FCY. De esta forma todos, pilotos, mecánicos e ingenieros, hemos podido aprender lo que sucede y actuar de forma automática", ha dicho Philippe Sinault, el director de Signatech, el equipo que se encarga de la gestión del coche en pista.

Todo sucedió según lo previsto. Hubo algunos problemas de fiabilidad, pequeños problemas eléctricos, una fuga de aceite y de agua o un problema de turbo, pero en conjunto el test fue según lo previsto. Se querían alcanzar los 5.400 kilómetros, pero finalmente se quedaron en 5.027, lo que es satisfactorio para un primer test de resistencia.

"Creo que hemos superado satisfactoriamente una etapa crucial para el desarrollo del coche y del equipo", dijo Charles Milesi al finalizar el test.

Bruno Famin, el responsable de competición de Alpine, se declaró satisfecho, aunque reconoció que en los tres meses que restan queda todavía mucho trabajo para hacer. "Queríamos comprobar la fiabilidad y conocer nuestros puntos débiles. Hemos encontrado algunos que debemos resolver. Y hacerlo de forma rápida porque quedan apenas 100 días para el debut y hay mucho trabajo por realizar. Lo primero es analizar los datos y sacar enseñanzas de todo lo aprendido para estar preparados para un segundo test de resistencia, en Portimao a mediados de diciembre".