Cómo alargar la autonomía del coche eléctrico mediante la conducción

El concepto 'range anxiety' llegó al mundo del automóvil en 1997 y se originó en Estados Unidos. Básicamente hace referencia al temor que produce en un conductor el quedarse sin batería cuando conduce un coche eléctrico. Para el conductor medio no es lo mismo, aunque realmente sí lo sea, ver que queda un cuarto de depósito de gasolina o Diesel que un 25% de autonomía. Cuestión de costumbres. Pero al igual que sucede con los coches de combustión, con los de baterías se pueden poner en práctica una serie de conductas al volante, algunas de ellas específicas, que alarguen la distancia a recorrer entre cargas.

Nuestra participación en el Born Challenge nos ha permitido poner en práctica todas ellas, y podemos asegurar que funcionan. Este evento organizado por Cupra requería recorrer unos 200 kilómetros principalmente por carreteras secundarias y zonas urbanas de Madrid en un máximo de dos horas con el objetivo de limitar al máximo posible el gasto energético. Hubo un par de parejas de periodistas que lo hicieron mejor que nosotros, pero comprobamos que incluso bajar el consumo medio homologado es posible. Nuestro Cupra Born e-Boost, la versión de 231 caballos con batería de 77 kilovatios hora, acabó el recorrido con una media de 12,8 kilovatios hora consumidos a los 100 kilómetros cuando el homologado es de 15,8. ¿Cómo lo hicimos?

SUAVIDAD Y ANTICIPACIÓN

Nuestra actitud al volante es, seguramente, lo más importante a la hora de ahorrar gasto energético mientras nos desplazamos. Principalmente hay que poner el foco en la suavidad de nuestras aceleraciones. Aplicar un 20% o un 30% del acelerador para ganar velocidad hace que se demande mucha menos energía.

Una vez se empieza a aplicar esta técnica uno tarda poco en percatarse de que habitualmente no lo hacemos. ¿Dónde está el problema? En nuestra falta de anticipación que, en muchos casos, viene dada por una falta de concentración. Movimientos como las incorporaciones o los adelantamientos pueden planificarse mejor de lo que generalmente hacemos para ejecutarlos de una forma más progresiva.

En este sentido es necesario también mantener más que nunca la distancia de seguridad, porque permitirá que estas aceleraciones se produzcan de una forma menos brusca.

Otro punto en el que nos dimos cuenta que se puede trabajar es en las rotondas en las que existe una buena visibilidad. Si observamos que no hay tráfico que nos vaya a obligar a detenernos antes de entrar en ellas, se puede jugar con la inercia del vehículo para, una vez pasadas, tener que acelerar menos y con la menor contundencia posible a la salida –ojo, sin incumplir las normas de tráfico–.

Lógicamente habrá situaciones en las que el tráfico no permita hacer algo así, pero esforzarse a la hora de ser suave y saber anticiparse a todo lo que suceda a nuestro alrededor tiene una influencia directa e importante sobre el gasto energético. Además notamos que nuestra concentración al volante aumenta comparado con una conducción más convencional.

FRENADA REGENERATIVA Y MODOS DE CONDUCCIÓN

Una correcta utilización de la frenada regenerativa en los coches eléctricos también tiene su influencia en la autonomía de la batería. No obstante, hay que tener en cuenta que aquí cada coche es un mundo, pues no todos permiten una conducción 'one pedal' –aquella en la que el vehículo es capaz de decelerar hasta cero por sí mismo al levantar el pie del acelerador–, o los hay que regeneran más o menos en función de las condiciones del tráfico de forma automática apoyados en otros sistemas del coche.

Si se quiere aplicar la frenada regenerativa de forma manual, lo más lógico es forzar la máxima regeneración posible cuando se circula por zonas urbanas, y hacer lo contrario en autovía o autopista. Esto último busca que se pueda circular siempre a la velocidad más constante posible y así evitar en la demanda de aceleraciones más contundentes de lo necesario.

Por otra parte, es recomendable utilizar el modo de conducción más ecológico que ofrezca el coche. Con él activado tendremos a nuestra disposición un rendimiento suficiente para afrontar el día a día en la carretera y la gestión que realizará el propio vehículo estará siempre orientada a mejorar la eficiencia.

LA PRESIÓN DE LOS NEUMÁTICOS

Vigilar la presión de los neumáticos es fundamental en cualquier tipo de vehículo. Principalmente por seguridad, pero también con el ahorro como objetivo.

En el caso de no llevar al día este tema, lo normal es que los neumáticos pierdan con el tiempo algo de presión. Eso hace que la superficie de contacto con el asfalto aumente, lo que deriva en un mayor rozamiento que provocará que el motor demande más energía de la batería para mover el coche.

Otro punto interesante de cara a mejorar lo máximo posible la autonomía de un coche eléctrico es equipar unos neumáticos específicos en los que el mencionado rozamiento se minimice.

CLIMATIZACIÓN

Tenemos que reconocer que el componente competitivo entre periodistas del Born Challenge nos hizo llevar al extremo algunas de las técnicas de ahorro energético, como por ejemplo apagar del todo el climatizador en un día en el que se rozaron los 30 grados. Pero no, no vamos a recomendar algo así porque es incluso peligroso durante las jornadas más calurosas.

¿Cómo se puede entonces actuar sobre la climatización para ahorrar energía? Si el coche lo permite, que a día de hoy es lo normal, hay que llevar a cabo una preclimatización del habitáculo vía aplicación móvil antes de utillizarlo mientras está conectado a la red. El mayor gasto que demanda el sistema de climatización viene al encenderlo y llegar al punto deseado, algo que no tendrá influencia sobre la autonomía si se lleva a cabo durante la recarga. Una vez optimizada la temperatura, su mantenimiento requiere mucha menos energía.

RUTA EFICIENTE

En el caso del Born Challenge tuvimos que completar una ruta ya cerrada, pero está claro que, especialmente en los desplazamientos largos, elegir una ruta u otra para llegar a destino puede tener un gran impacto sobre la autonomía.

La mayoría de navegadores incluidos en los coches, así como aquellos más utilizados en nuestros Smartphones, ya se han adaptado a la nueva realidad del vehículo eléctrico y recomiendan las rutas más eficientes, además de permitir la elección de los puntos de carga que mejor se adapten al viaje. En resumen, una buena planificación es vital para ahorrar energía.

EL PESO

Por último, conviene poner énfasis en llevar en el coche sólo lo que necesitamos en cada momento. ¿Cuántos llevamos en el maletero cosas que llevan ahí mucho tiempo y realmente no utilizamos? Todo eso es peso extra que el coche ha de mover con el correspondiente consumo extra de energía.