El título de F3 tiene dueño, pero hay seis aspirantes al subcampeonato

Quedan 39 puntos en juego y entre Aron y Minì hay 19 puntos de diferencia tan solo. Así que pueden pasar muchas cosas. Claro que las opciones de Minì son pocas, porque no sólo debería fallar Aron, sino también los restantes pilotos que le preceden. Por el contrario, las de Beganovic sí que son considerables; está a sólo 12 puntos de Aron y una victoria en la carrera principal permite recuperar siete puntos de tacada, mínimo.

Se anuncia así una carrera competida, incluso loca. Sobre todo porque hay otros pilotos que buscarán en un podio final de temporada el ‘endulzar’ el sinsabor de no poder optar a las primeras posiciones del campeonato. Son pilotos como Fornaroli, Saucy, Goethe o Collet.

Ya vimos algo de esto en Spa, donde varios de los ‘tenores’ del campeonato salieron sin puntos: Bortoleto, O’Sullivan, Beganovic o Minì, mientras que otros como Aron, Martí o Colapinto sacaron algún punto, pero mucho menos de lo habitual. Se supone que todos ellos llegarán a Monza con la lección muy aprendida.

Y esta situación es por la que cruzan los dedos Aron y Martí. Ambos tienen posibilidades de ser campeones, pero necesitan llevarse el pleno –Pole, dos victorias y dos vueltas rápidas– y un ‘cero patatero’ de Bortoleto. Lo complicado es el ‘pleno’, por aquello de la parrilla invertida, aunque en Monza, con los rebufos, remontar no es imposible. Bueno, Martí ha demostrado que no es imposible en ningún lugar.

En la prueba está asimismo Mari Boya, que intentará cerrar esta temporada de duro aprendizaje con un buen resultado de cara al próximo año.

Digamos que en el equipo Campos Racing, donde milita Pepe Martí, Hugh Barter deja el volante al debutante Josh Dufek.