Power, 'pacífico': cree que Grosjean “merece un puñetazo en la cara” y casi llega a las manos con Dixon

Power llegó a agarrar a Dixon del mono, tras mostrarle tres veces el dedo del medio levantado, un gesto que sólo tiene una interpretación. Los oficiales de la prueba llegaron a tiempo para calmar los ánimos. Justo en el incidente, Power lanzó algunos improperios por la radio.

Más adelante, el australiano aseguró que Romain Grosjean “es una mierda por lo que hizo y merece un buen puñetazo en la cara” puesto que le considera el causante de su incidente con Dixon. Además, el francés no goza de excesivas simpatías en el paddock de IndyCar por su estilo de pilotaje.

Power estaba intentando marcar un crono y cree que Grosjean le cerró cuando ambos querían superar a Dixon, que iba muy lento, y le obligó a ‘subirse’ en la trasera del coche del neozelandés.

“Llevaba neumáticos con 20 vueltas y estaba intentando recuperar el coche tras un trompo. Vi a Grosjean en el retrovisor… pero no vi a Power. Cometí un error”, admitió Dixon, quien señaló que tras el altercado inicial con Power, “compartimos la ambulancia hasta el box y aclaramos lo sucedido”.

Power aseguró que no pudo hacer nada: “Scott se movió de repente cuando estaba llegando. Fue algo muy desafortunado”. El australiano cree que allí se torció el fin de semana. Su coche quedó dañado, hubo que cambiar la trasera y varias piezas de carrocería, así como el fondo. En clasificación no pasó el primer corte y saldrá 22º justo por delate de Dixon… y con Grosjean una fila por delante.