Los aprendices de Ferrari celebran su fin de curso

Eran los estudiantes de la Escuela de Mecánicos de Ferrari que celebraban el final del curso. No crean que es una escuela de aprendices normal, sino que es tremendamente exigente y la formación dura cinco cursos.

A los gritos de ‘Il corso e finito’, bajaron ruidosamente las escaleras del instituto para tomar sus coches y motos para la tradicional y ruidosa celebración, en la que participaron los estudiantes de los cinco cursos, tanto en mecánica como electrónica, como ya es tradición.

Coches en buena parte de ocasión, impecables convenientemente tuneados y en los que han ido aplicando sus conocimientos, en algunos casos como trabajo práctico de estudios y en otros en sus horas libres.

El Instituto lleva el nombre de Alfredo Ferrari, más conocido como Dino, el malogrado hijo de Enzo Ferrari, fallecido de enfermedad a temprana edad no sin antes haber dado vida al motor V6 que en su día fue usado en F1 y dio origen a la marca Dino.

Un instituto situado en la Vía Dino Ferrari, 2, junto al Museo, donde los alumnos de quinto curso tienen en la actualidad una asignatura de español.

El propio Enzo Ferrari impulsó la creación del instituto. Era algo que tenía muy claro: “cada fábrica debe tener su propia escuela de aprendices”.

El instituto cumplirá 60 años, el próximo 1 de octubre de 1963 fue inaugurado y se inició el primer curso.

Mi gran amigo Emilio Pérez de Rozas —nos conocimos en el colegio — de paso para el GP de Motos en Mugello, paso por Maranello y se encontró con esa fiesta que ha sabido plasmar en las web de El Periódico.