La Indy500 exige una gran flexibilidad táctica

El acierto te puede dar la victoria y el menor error se convierte en fracaso. Àlex Palou lo sabe muy bien por el pasado año, cuando no tuvo más remedio que entrar a repostar pese a que el Pit-Lane estaba cerrado, pero el no hacerlo era quedarse tirado sin combustible en la pista.

Para estos casos –o un pinchazo– se puede parar pero sólo a repostar y cambiar la rueda pinchada; después, debes volverá entrar cuando el Pit-Lane queda abierto y completar la operación. Y eso le costó el pasado año a Àlex una vuelta y en los inicios de carrera.

El quid de la Indy500 es muchas veces el consumo de combustible. Es una carrera a cinco o seis paradas. Herta señala que hay que conocer los puntos fuertes y débiles de tu coche. Si eres lo suficientemente rápido como para parar seis veces o si debes ahorra combustible, llevar un ritmo menor y ahorrarte una parada, sin entrar al trapo del ritmo de cabeza.

Y los pilotos juegan un gran papel en el ahorro de combustible. No ir delante, ir a rebufo, ayuda a consumir un poco menos… alargar un stint quizás un par de vueltas… cruzando los dedos para que no haya una neutralización que cierre los boxes y que arruine esa táctica. Una amarilla cercana a la última parada prevista puede hacer que estés tentado de anticipar esa parada, a sabiendas de que después deberás ahorrar combustible.

Las gomas juegan un rol menor en Indy. La clave está en los periodos de 'caution'. Si caen a favor o no.

La táctica en Indy es algo muy cambiante. Debes acomodarla en cada momento a la situación. Haciendo cálculos continuamente. Hay un patrón base, pero si surge un problema hay que elegir si ir en 'onda' o ir 'contracorriente'.

Brian Herta sostiene que hay que mirar y observar, comprender que tan fuerte está el coche y el piloto, apostar por los puntos fuertes… y seguro que cruzar los dedos para que la carrera no se cebe sobre tus puntos débiles.