Ferrari confía en su motor revisado

El motor Ferrari del pasado año tenía el nivel de potencia necesario para rivalizar con cualquier otro. Pero no en fiabilidad. Los rojos -y sus clientes- acumularon sanciones en posiciones de parrilla de salida por este problema. Este es quizás el punto de mayor preocupación para los aficionados… y también para el equipo.

“Las unidades de potencia están congeladas desde el pasado año, incluidos los fluidos, el aceite y el carburante. Las únicas modificaciones consentidas son las que se corresponden con la fiabilidad, que ha sido nuestro talón de Aquiles. Nos hemos concentrado en el motor térmico y en los eléctricos, intentando capitalizar las experiencias recogidas en pista el pasado año. Hemos examinado todos los datos, las señales de debilidad de los componentes utilizados. Incluso revisado nuestros procedimientos de montaje. Todo ello para comprender las raíces de los problemas que encontramos en pista”, ha explicado Enrico Gualtieri.

Gualtieri ha asegurado que se han utilizado “todos los instrumentos de los que disponemos para intentar resolverlo. Los trabajos han sido realizados en todas las áreas, desde la de proyecto a la de la experimentación para probar nuevas soluciones en tiempos muy breves. Ha sido un esfuerzo notable, que nos ha permitido mejorar componentes constantemente para buscar el nivel de fiabilidad requerido”.

¿Se habrá conseguido? Posiblemente en el banco de pruebas, pero hasta los test de Baréin y los primeros Grandes Premios esto no será confirmado. No se trata sólo de fiabilidad en un Gran Premio, sino durante la vida útil de un motor, que debería durar siete Grandes Premios.