Hamilton disfruta con la F1 por el riesgo que aún tiene
La Fórmula 1, como cualquier competición de motor, es un deporte de riesgo. En cualquier curva, en cualquier adelantamiento, puedes encontrarte de bruces con el peligro, incluso con el miedo. El terrible accidente de Robert Kubica en Canadá 2007, la tuerca que impactó en Felipe Massa en Hungría 2009, el vuelo del Lotus de Romain Grosjean a menos de un palmo del casco de Fernando Alonso el año pasado en Spa... Ejemplos hay muchos. Pero ese riesgo es lo que hace a este deporte tan atractivo y espectacular.