Después de varios Grandes Premios sin nuestro repaso técnico, pretendemos en este GP de Rusia repasar todo lo que ha pasado desde el punto de vista de la técnica. Así, os haremos un repaso a lo más destacado de lo que vimos en Zandvoort, Monza y, esta semana, en Sochi.
La Fórmula 1 llega al mítico Spa-Francorchamps después del parón veraniego. Una pista muy interesante, no sólo por lo demandante que es para los pilotos, sino también para los reglajes del coche. Los equipos tienen que encontrar el balance perfecto entre velocidad y carga aerodinámica, pues una parte de la pista –el sector 1 y 3– exige velocidad y reducción del drag, mientras que el sector 2 requiere de carga aerodinámica para conseguir un buen paso por curva.
La F1 ha aterrizado este fin de semana en la revirada pista de Hungaroring, la última carrera antes del parón veraniego y, como era de esperar, a estas alturas de la temporada, los coches no han presentado grandes evoluciones. Aún así, sí que se ha visto una adaptación muy diferente a este trazado de la que vimos en Silverstone, sobre todo, por lo que se refiere a la carga trasera, de ahí que hayamos encontrado alas de carga máxima, así como salidas de refrigeración posteriores más amplias para lidiar con las altas temperaturas de este circuito.
La Fórmula 1 aterriza en uno de sus templos, al menos, el que está considerado en los anales históricos como el inicio de la categoría, Silverstone. Un trazado espectacular, lleno de curvas míticas, difícil para los pilotos y los equipos y rodeado del que quizás es el público de motor más grande del mundo entero.
La Fórmula 1 es así. Uno piensa que de una semana a otra, en el mismo circuito, poco puede cambiar el panorama técnico de la parrilla, pero nos olvidamos de los equipos técnicos que trabajan en las fábricas de forma incansable. Y justo eso es lo que hemos visto esta fin de semana. Mientras la mayor parte de la parrilla ha exhibido una continuidad técnica evidente, algunas escuadras han traído cosas más que interesantes, aunténtica renovación de sus monturas de la parte delantera a la trasera del coche.
Dentro del triplete de carreras que tenemos estas tres semanas, la F1 se ha movido de Francia a Austria, para una primera carrera en el Red Bull Ring en Spielberg. Un circuito corto, pero muy intenso, difícil para los pilotos y también para la configuración del coche. Aquí la velocidad es muy importante, pero cuidado con descargar demasiado los coches pues meterlos después en curva rápida y lenta no es tarea sencilla. Como tampoco lo es pararlos en algunas frenadas difíciles que se dan en esta pista, sobre todo, en la curva 3, donde los coches pasan de 331 kilómetros/hora a 84 kilómetros/hora en 130 metros y con una desaceleración cercana a los 6G.
La F1 llega a Francia, al ciruito de Paul Ricard, un trazado complejo para pilotos e ingenieros, a pesar de que la solución de las escapatorias, pintadas con esas líneas que marcan la diversa rugosidad del trazado no sea del agrado de todos.
La F1 aterriza en Bakú, una pista interesante, pues tiene la recta más larga del Mundial, lo que significa velocidad, pero tiene una parte del trazado muy revirada y de curva muy lenta. Esto significa que es un verdadero rompecabezas para los ingenieros que tienen que hacer un coche rápido –mucho–, pero que también sea capaz de girar en gran medida y desplegar la potencia dulcemente en las partes más ratoneras de la pista.
La Fórmula 1 llega a la pista más glamurosa de la temporada, un trazado del que no pudimos disfrutar el año pasado. Un circuito de alta carga aerodinámica –la máxima– y donde no esperábamos encontrar muchas novedades. Sin embargo, los equipos están queriendo evolucionar sus monturas en esta primera parte de la temporada y no dejan de sorprendernos con sus novedades técnicas.
La Fórmula 1 llega a nuestra casa, al Gran Premio de España, en el Circuit de Barcelona-Catalunya para una prueba de fuego del rendimiento de los monoplazas. Esta pista será clave para ver dónde está cada coche, pues es tan demandante, tan compleja, que enseña las virtudes y los defectos de cada monoplaza.
La F1 aterriza en otra de esas pistas que es ajena, por lo general, al Campeonato Mundial, Portimão para el Gran Premio de Portugal. Seguimos en Europa y en una pista compleja, aparte de hermosísima, que tiene de todo y esto está dando a los equipos muchas alas para probar muchas cosas y evolucionar muy pronto los monoplazas.
La Fórmula 1 llega a un circuito espectacular, de la vieja escuela, como es Imola para el GP del Made in Italy y de la Emilia Romaña. Es sólo la segunda carrera de la temporada y ya estamos en tierras europeas, lo que quiere decir que llega el momento de las actualizaciones y de las evoluciones de estos coches. Por otro lado, esta parte de la campaña 2021 se prevé que sea la más destacada en cuanto a evolución de los monoplazas, pues se entiende que la mayoría de los equipos ya han visto los defectos de sus monturas y el modo de mejorarlas, dejando, al menos, los dos tercios finales del campeonato sin desarrollo para concentrarse en el gran cambio reglamentario de 2022, donde casi ninguna de las soluciones –salvo el motor– que se desarrollen ahora tendrá vigencia la próxima temporada.
A pesar de no haber transcurrido demasiado tiempo desde el final de la pretemporada hasta el inicio del GP de Baréin, a lo que hay que añadir le hecho de que los equipos no han regresado a sus bases en Europa, la F1 nos ha dejado ver ya algunas novedades técnicas interesantes. Parece que la zona del suelo de los monoplazas, sobre todo, desde la parte media de los pontones hasta la rueda trasera esta siendo el foco de atención de los equipos para recuperar parte de la carga aerodinámica perdida con la nueva normativa.
Según los técnicos de Brembo, el Circuito Internacional de Baréin es uno de los más exigentes para los frenos. En una escala de índice de dificultad de 1 a 5, obtuvo un 4, exactamente lo mismo que pistas legendarias como Monza y Spa-Francorchamps y otras más recientes como Bakú y Sochi.
Brembo reafirma su apuesta en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 que comenzará con el Gran Premio de Baréin, programado este año del 27 al 28 de marzo. Gracias a la experiencia acumulada en 46 temporadas de Fórmula 1, durante las cuales los monoplazas con frenos Brembo lograron 26 Campeonatos del Mundo de Pilotos, 30 Campeonatos del Mundo de Fabricantes y 442 victorias en Grandes Premios con sistemas de frenado diseñados por Brembo personalizados para cada equipo, Brembo suministrará la mayor parte de los monoplazas entre materiales hidráulicos y componentes de fricción.
Max Verstappen está a un paso de proclamarse cuatro veces campeón del mundo de Fórmula 1, pues la realidad es que podría hacerlo este mismo fin de semana en el GP de Las Vegas. Ahora bien, ¿qué necesita el de Red Bull para viajar a Catar con el cuarto título asegurado? Lo descubrimos.
Probamos el Aston Martin Vantage, el Safety Car de la Fórmula 1, un deportivo con mayúsculas que no es una quimera utilizar en el día a día cuyo motor, un V8 de 4.0 litros, desarrolla 665 caballos de potencia. ¿Su precio? Más de 200.000 euros...
El Renault 5 eléctrico de 312 kilómetros de autonomía se ha puesto a la venta este mismo martes por un precio de 27.900 euros antes de ayudas y descuentos, lo que implica que el coste final para el usuario puede quedarse en apenas 20.900 euros en caso de poder acogerse a los 7.000 euros de ayuda del Plan Moves III.
Las fuertes lluvias e inundaciones repentinas que azotaron durante a la provincia de Valencia hace tres semanas golpearon también al mundo del motor. El Circuit Ricardo Tormo fue la infraestructura más perjudicada, con su entrada principal completamente destruida. Poco a poco Valencia se está reconstruyendo de la catástrofe y el Circuit ya tiene fecha para reabrir sus puertas.
