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Lo que para unos pasó inadvertido por considerarlo habitual, para otros con la mirada más retorcida supuso ver un escándalo donde no lo había. Las celebraciones en el podio no solo se caracterizan por los himnos y las botellas de champán, también por la mezcla de emociones a las que los pilotos dan rienda suelta. Por eso, muchas veces acaban regados de tan sabroso líquido hasta los que siguen el espectáculo desde abajo.

La carrera de Shanghái no estuvo exenta de polémica ni siquiera en la ceremonia del podio, una celebración en la que, como tradición, se descorcha la botella de champán y los pilotos riegan todo lo que encuentran a su paso invadidos por el júbilo y la felicidad. Tras conseguir su segunda victoria de la temporada, exultante, Hamilton regó con espumoso a Rosberg, Vettel y, también, a una de las azafatas presentes, gesto que ha sido ampliamente criticado por una organización anti sexista con base en el Reino Unido, que condenó las acciones del británico y le exigió que pidiera perdón.

Mientras uno encuentra consuelo en los resultados, otro ha de hacerlo en las palabras de reconocimiento de sus jefes. El comienzo fantástico de Vettel en su nueva etapa en Ferrari contrasta con el de Räikkönen, que, sin ser nada malo para lo que estaba acostumbrado a conseguir en la escudería italiana, es notablemente más flojo que el de su compañero tetracampeón. Por eso, en Maranello no quieren descuidar al finlandés.

Una vez finalizado el Gran Premio de China de este fin de semana, en el que Mercedes ha vuelto a recuperar su dominio sobre Ferrari con la victoria inapelable de Hamilton, los organizadores de la prueba asiática han pedido a la propia Fórmula 1 que se hagan modificaciones para que las carreras sean más atractivas de cara al aficionado.

Tendrían que haber llegado antes, pero no ha sido hasta la tercera carrera cuando los puntos han llegado a Lotus. Solo de parte de un coche, el de Grosjean, que finalizó en la séptima posición tras los dos Williams. Maldonado también podría haber acabado en la zona de puntos, cerca de su compañero, pero un toque con Button del que tuvo la culpa el inglés le obligó a abandonar la carrera.

El equipo Toro Rosso se marcha de Shanghái con una sensación de absoluta impotencia. Y no es para menos, pues diferentes problemas de fiabilidad han impedido que tanto Carlos Sainz como Max Verstappen terminaran dentro de la zona de puntos por segunda vez consecutiva. El madrileño, quien ha hecho un trompo en las primeras vueltas de carrera, ha visto cómo una avería en la caja de cambios frenaba su remontada hacia la lucha por el Top Ten, mientras que un espectacular Max Verstappen aparcaba su monoplaza a cuatro vueltas del final después de ofrecer toda una exhibición de talento y valentía adelantando a sus rivales en puntos críticos del trazado durante el transcurso de la carrera. 

Williams se tiene que conformar con ser, por ahora, la tercera fuerza del Mundial, ya que no han sido capaces de mantener el duelo que iniciaron con Ferrari en la clasificación. Massa y Bottas han finalizado en la quinta y sexta plaza respectivamente con un problema más que evidente en la velocidad punta que no le ha permitido luchar por los puestos de delante.

La FIA ha comunicado que tanto Jenson Button como Roberto Merhi han sido penalizados, el británico por su toque con Pastor Maldonado y el español por no mantenerse por encima del tiempo estipulado durante el período de Safety Car. Button batallaba por ganarle la posición a Maldonado cuando, en la vuelta 50, intentando pasar al venezolano en la primera curva, medía mal las distancias y en la frenada se llevaba por delante al de Lotus rompiendo parte de su alerón delantero y provocando que Pastor trompeara.

Toto Wolff dice que el doblete de Mercedes en el Gran Premio de China fue la respuesta perfecta a su derrota en Malasia. Lewis Hamilton consiguió la segunda victoria de la temporada y extendió aún más su liderazgo en el Mundial tras batir a su compañero de equipo, Nico Rosberg, y a ambos Ferrari.

En las mismas condiciones, Lewis Hamilton ha vuelto a batir a su compañero de equipo y demostrar que, ahora mismo, está un paso por encima de él en lo que a pilotaje se refiere. El alemán demostró ayer su frustración por radio cuando le pidieron que apretara para llegar antes de que se acabara el tiempo en Q3, y hoy, enfadado, ha señalado que su carrera se ha visto comprometida por el comportamiento de Hamilton, algo que el británico negaba minutos antes.