Sergio Pérez se desahoga por radio: "No puedo creer lo lentos que somos"

Desde que anunció su renovación, el mexicano se ha visto envuelto en una espiral de la que le está resultando muy difícil salir. Séptimo en Austria, dividiendo a los dos Haas, pero muy lejos de su compañero de equipo –incluso después del toque con Lando Norris y la sanción–. Alrededor de 17 segundos les separaron.

Pero es algo que ya viene de lejos: octavo en el Sprint de este fin de semana, igual que en la carrera de Barcelona. Y no puntuó ni en Canadá ni en Mónaco. En los últimos cuatro Grandes Premios, ha sumado 11 puntos; 15 si se toma el octavo puesto de Imola. 

Así que las cosas están especialmente complicadas para él tras confirmar que seguirá en el equipo de las bebidas energéticas. Algo que le ha 'lanzado' a desahogarse a través de la radio con su equipo, una vez cruzó la línea de meta en el Red Bull Ring. 

"No puedo creer lo lentos que somos. Esto es demasiado", ha confesado tras ver la bandera de cuadros. 

Es cierto que, en este caso, las complicaciones en carrera fueron varias. Pudo escalar hasta la sexta plaza en la salida, tras clasificar el sábado con el octavo mejor tiempo. Fue un buen arranque, que se vio empañado por un toque con Oscar Piastri. Algo que ya hizo que su carrera estuviese muy comprometida. 

“Hubo mucho daño en el costado y creo que toqué un poco con Lando, no, perdón, con Piastri. No sé si vino de ahí”, ha explicado, recoge Motorsport. 

“Fue desafortunado porque tuvimos una buena salida, pero a partir de ahí el coche estaba en el filo de la navaja y, sí, no pude hacer nada. Estaba desequilibrado”, ha reconocido. 

Después, la FIA le sancionó por superar el límite de velocidad en el Pit-Lane. Fueron cinco segundos más que ahondaron aún más en la herida del mexicano, que actualmente es quinto en el Mundial. Y con Piastri a apenas tres puntos en la general. 

“También cometí el error de entrar en boxes con el limitador, fue un desastre de carrera que empezó muy bien. Pero creo que con tanta falta de ritmo y derrapando, no había esperanza de luchar con los de adelante”, ha asumido. 

“Iba por todas partes. Intentamos arreglarlo con el diferencial aquí y allá, pero no lo conseguíamos”, ha lamentado para cerrar.